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Crítica- El violador infernal (1988)

“Sádica cinta mexicana que no hay que perderse. No apta para todos los públicos”

Dirigida por Damiàn Acosta Esparza, que habitualmente realizó cintas de acción o thrillers, esta tiene algo de thriller, y protagonizada por Noé Murayama al que hemos visto en innumerables cintas de género, como Dr. Satàn y la magia negra, La loba, varias de Blue demon o Venganza diabólica.

“El gato” es un peligroso asesino que es ejecutado en la silla eléctrica, pero se le aparece una mujer demonio que le hace una oferta, le concede la vida para que viole y se drogue con la condición que tiene que asesinar a sus víctimas y marcarles con el 666, a lo cual Carlos “el gato” acepta. Y empieza una vorágine de violaciones, a ambos sexos, y asesinatos violentos por la ciudad a los cuales la policía no consigue ninguna pista porque nunca hay sangre del violador en el lugar de los crímenes. Solo un tatuaje del 666 podrá servir como víctima, o él mismo puede cometer algún error.

Una de las cintas màs brutales rodadas en Mèxico, con uno de los títulos mas explícitos que vi y que es totalmente fiel a lo que es y representa la película. Un guión bastante arriesgado con una interpretación de Murayama destacable, una vez màs, y con un elenco aceptable, no destaca nadie, ni nadie lo hace mal como para poder mencionarlo.

Hay muchos desnudos y asesinatos violentos, algunos muy violentos no aptos para todos los públicos, màs que nada por el como se realizan y el contexto. En la actualidad hay gore mucho màs bestia, pero este tiene un contexto que pocas veces se trata aquí. Aunque hay algunas locuras ultragore que no son comprables, claro. Pero esta desprende un halo de sadismo muy fuerte.

Hay violaciones a mujeres, la mayoría, y a un homosexual unido a necrofilia, muy salvaje esa secuencia, pero no la única porque esta cinta es un catálogo de sadismo, torturas y violaciones contada de una manera amena y dinàmica. No se crea empatiza con Carlos, normal, ni por las víctimas, algo muy habitual en este tipo de cintas. Tiene un buen visionado, no se hace pesada ni agobiante.

Ademàs al tener elementos satánicos, muy de moda en el cine mexicano, le da un toque menos creíble y asì podemos aguantar mejor algunas de las cosas que vemos. Y es que hay algunas muertes en las que vemos mucho, o simplemente ataques con una violencia sorprendente. Aunque hay que recordar que està rodada en 1988 donde se destapó la caja de Pandora en el cine de género y empezó a valer casi todo. Alguno puede que diga que la cinta no es tan bruta, y ciertamente no lo es, es màs que nada las formas y su contexto.

Una cinta muy buena que no es para todos los públicos, màs bien a un público reducido. Hay que ser abierto de mente y poder disfrutar de esta cinta, aunque entiendo perfectamente que a las mujeres, por norma general, no le haga ni gota de gracia. Pero es cine nada màs, pero muy sexista, machista y homofòbico. Pero como tiene ese toque mexicano no nos llega a agobiar tanto como Trampa para un violador o similares. Yo la recomiendo, no es una gran cinta pero por la cantidad de sadismo y mala leche hay que respetarla y ojearla.

Óscar Arias

La Mansion del Terror - 7.8

7.8

Género; Brujería - Slasher - Sadismo - Demonios

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