“De los slasher mas flojos de la gloriosa dècada de los ochenta”
Dominick Brascia escribe y dirige este slasher deudor de Viernes 13, donde participò en una entrega como actor. Aparte de este tìtulo Brascia ha rodado Hard rock nightmare y My life as a troll. Està protagonizado por Kim McKamy, Creepozoides o Dreamaniac, antes de introducirse en el mundo del porno. Està acompañada por Steven Baio, que participa en el guiòn y la producciòn, Johnny Venocur, An american vampire story o Calles salvajes, o Tom Shell, Los surfistas nazis deben morir o Beverly Hills Vamp.
Un grupo de estudiantes de medicina viajan a un antiguo orfanato que uno de ellos quiere abrir nuevamente y crear un campamento infantil, lo que no saben es que hace diez años ocurriò una tragedia y diversos niños murieron. Ahora un asesino enmascarado està acabando con los chicos ya que no quiere que se reabra el centro.
Otro slasher ochentero que homenajea a los grandes tìtulos del subgènero y la dècada, especialmente a Viernes 13, donde el propio Dominick Brascia realizò una apariciòn en la quinta entrega. De hecho en esta cinta las alusiones a Viernes 13 son enormes, ademàs de aparecer la revista Fangoria u otras alusiones a cintas como Halloween.
Lo que pasa es que se nota que es un producto menor por diversas circunstancias. Vale observar su bajo presupuesto, la cantidad de actores y las secuencias absurdas que rueda Dominick Brascia para poder llegar a un metraje de largometraje, pero contando con unas calidades algo flojas. La fotografìa y la banda sonora son bastante pobres, los planos no estàn muy trabajados, hay varios desenfoques, las actuaciones son excesivamente pobres, el guiòn, siendo muy tìpico, comete errores de bulto, los perfiles son absurdos, etc.
Al menos el asesino està caracterizado de forma curiosa, a medio camino entre un luchador mexicano y los killers torpones del slasher. Sus asesinatos no se ven en primer plano, salvo el genial asesinato usando un microondas. Y ni si quiera se nos muestra al asesino, eso que va con la clàsica màscara, hasta casi el final de la cinta. Solo se ven unos guantes de fregar azules, que resultan algo cutrones.
Por otra parte es muy gracioso observar como el asesino està interpretado por diversos “actores”, ya que la fisionomía del mismo cambia en cada una de sus apariciones, para ser la apariciòn final ya del todo increíble.
Los perfiles de los personajes tratan de ser tìpicos pero resultan algo cargantes por lo exagerados de sus planteamientos. Chicos guapos y musculosos, el amigo friki y tontorròn, el dueño de la casa que no aparece que parecerà el culpable, las chicas ligeras de ropa y de cascos. Vamos mas de lo mismo e interpretado de forma simple.
Al menos los aficionados al slasher ochentero tendremos algunos matices que nos haràn “disfrutar” este tìtulo, el resto dificilmente lo apreciaràn, algo que entiendo ya que la cinta es muy pobre y tiene un ritmo y direcciòn algo pesada. Pero a mi que tenga esos matices ochenteros de los slashers, esa cutrez y en definitiva las ganas de mostrar algo dentro del subgènero me resulta gracioso, y siendo un tìtulo bastante menor, al menos me hace pasar un buen rato. Total, no tiene ninguna pretensiòn. Y si no solo ved el final, falso, de la pelìcula… telita.
De los slasher mas flojos de la gloriosa dècada de los ochenta, homenajeando a la saga de Viernes 13, no obstante Dominick Brascia participò en Viernes 13 5. Quizà si hubiese tratado de separarse algo de ese estilo y tratar de crear algo propio, aunque no fuese original, hubiese dado mejores resultados, pero si junto a esta falta total de originalidad y una direcciòn ciertamente pobre sumamos un presupuesto cuasi inexistente nos da como resultado esta cinta, un slasher bastante flojito solo recomendado para los aficionados al gènero sin complejos.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 4.6
4.6
Género; Slasher