Crítica- El perfume- Historia de un asesino (2006)

“Adaptación novelesca que cumple en su larga duración”

El director alemán Tom Tykwer se embarcó en la adaptación del best seller de Patrick Süskind “El perfume” (1985), en una coproducción entre Alemania, España, Estados unidos y Francia, casi nada. Estamos ante una novela compleja y centrada en el mundo de los olores, lo cual suponía mayores complicaciones para la realización de un largometraje. Lejos quedan ya los intentos del AromaRama o a la Smell-O-Vision de finales de los 50…Por lo que toda la fuerza de la adaptación se basaba en una buena planificación artística y una buena selección de decorados y actores.

El libreto corrió a cargo de Andrew Birkin, Bernd Eichinger y el propio Tom Tykwer, y se optó por el joven, y prometedor, actor inglés Ben Whishaw para el papel protagonista. Además dentro del amplio elenco veremos a estrellas hollywoodienses de la talla de Dustin Hoffman, o Alan Rickman, o a la joven Rachel Hurd-Wood, vista en Maleficio en 2005. Apuntar que en la versión original es John Hurt el narrador.

Y es que uno de los elementos más curiosos de este título es su claro tono novelesco. Pero, por suerte, aun estando ante una cinta de casi dos horas y media, en ningún momento se hace pesada. Algo que agradecer a Tykwer, el cual realiza una dirección solvente, atrevida, y purista, en cuanto al plano novelesco de la historia.

Es interesante ver como ni la fotografía ni la banda sonora son excesivamente buenas. Cumplen y poco más. Aunque es cierto que hay alguna escena muy bien fotografiada, como algunas de las referentes a las calles de Grasse por la noche. Aunque en este aspecto se nota el tono de coproducción de este título, el cual por momentos parece destinado al DVD, aunque tuvo una corta vida en los cines.

De todos modos lo que más destaca es la gran actuación de Ben Whishaw como asesino obsesionado con los olores, femeninos especialmente. Con su mirada y gestos expresa más que con palabras. Y en este elemento se apoya clarísimamente Tykwer para llevar a buen puerto este difícil encargo. Porque la novela ya era, según muchos, suficientemente tediosa y larga como para llevarla a la gran pantalla. Pero ciertamente los resultados finales cumplen dejándonos una buena cinta.

Aunque bien es cierto que hay muchos elementos que descolocan al espectador. Toda la parte inicial donde se nos presenta al protagonista y su increíble don, tiene un olfato fabuloso, es muy del tipo Oliver Twist, menos mal que no es excesivamente larga toda esta presentación. Porque uno de los fallitos de la cinta es el continuo tono novelesco que tiene. El narrador nos hablará en innumerables ocasiones, y vale que sea una licencia, especialmente para Tykwer debido a la complejidad de la historia, pero quizá abuse en exceso de esta voz en off.

Por otro lado los momentos con Dustin Hoffman están también muy exagerados, y vuelve a recordar a todas esas historias de mitad de siglo con jóvenes aventureros que tienen que buscarse la vida. Eso sí, el final de su personaje de diez, bravo.

También eché en falta algo más de mala leche en cuanto a las muertes se refiere, aunque siendo una co- producción puedo entender el temor a mostrar muertes gráficamente o de forma violenta. Eso sí, el primer asesinato es muy poético y está muy bien rodado, nuevamente con un Ben Whishaw magistral.

Otro apartado a debatir, y creo que da para debatir largo y tendido, es el todo el tramo final, y resolución de todo el asunto. Porque tenemos a la multitud deseosa de linchar al asesino de jóvenes, pero de repente se conseguirá un perfume, y una sorpresa final que, de primeras, nos deja del todo complacidos de la forma en que se nos cuenta. Lástima que lo referente a la orgía esté tan mal rodada y cuente con una banda sonora tan simplona. Aquí Tykwer debió haberse explayado mucho más. No digo que copie a Ken Russell, pero evidentemente este momento, supuestamente muy impactante, queda en nada.

No así pasa con el final. El cual cuenta con un final de historia poderoso y embriagador, como el perfume. Y aquí sí queda a las mil maravillas el narrador y el final de toda la historia. Lástima que no se estirase más este punto, porque la idea es ciertamente buena.

En definitiva, un título que gustará a los amantes del cine europeo. La verdad es que es un trabajo recomendable, sabiendo, especialmente, el tipo de producto que es. Tiene elementos muy mejorables, pero el conjunto de toda la obra cumple. Ahora me tocará leerme el libro para tener otra visión distinta… o no…

Óscar Arias