Crítica- El pájaro de las plumas de cristal (1970)

“Debút seminal de Argento. Nació el excelente género Giallo”

Debut del genial director italiano Dario Argento, quien con esta obra daría forma estructurada al estilo cinematográfico conocido como giallo, como el nombre que recibían los libros policíacos de la época debido al color de su pasta, amarillo. Ciertamente Mario Bava y su cinta La muchacha que sabía demasiado sería la precursora, junto a otros policíacos que guardan diversas similitudes, pero hay que reconocer que fue en esta película donde Argento sentó las bases, trauma, asesino misterioso, animales que sirven de pista, asesinatos violentos, etc. Además con esta cinta Argento comenzó su conocida trilogía de los animales, junto a El gato de las 9 colas, y Cuatro moscas sobre terciopelo gris. La cinta está producida por el padre de Argento, Salvatore, y cuenta con música de Ennio Morricone, lo cual, conjugando todo, nos deja una cinta genial en casi todos los aspectos.

El elenco está encabezado por Tony Musante, que curiosamente no participaría en mas giallos, Enrico Maria Salerno, [La conquista de la Atlántida, 1961], Suzy Kendall, [Torso, 1973, o Spasmo, 1974], y Eva Renzi, [Asesinada ayer, 1970], del resto del elenco podemos destacar a Umberto Raho, [Lo spettro, 1963, o El barón sangriento, 1972], Mario Adorf, [Malastrana, 1972], o el reconocible Reggie Nalder, mítico vampiro de Salem´s lot, 1979, entre otros.

Completando la buena sinopsis anotar que la historia se basa principalmente en la investigación paralela que lleva a cabo Sam, así el asesino tratará de matarle en varias ocasiones. A él y su novia Julia. Mientras, el comisario Morosini sigue dando palos de ciego y solo un cuadro violento y la grabación de una llamada del asesino a Sam que parece contener una pista, un extraño ruido que nadie parece ser capaz de descubrir, parece acercarle al asesino.

Pocas veces un debut a supuesto tantísimo a la historia del cine de género, siempre me fascinó como Argento, producido por su propio padre y a la edad de 30 años, diese este soberano golpe en la mesa y pusiera bastante firmes las pautas de este género, giallo, que estaba todavía por explotar y dejarnos tantas y tantas horas de grandioso cine, violento, enigmático, y, sobretodo, sorprendente.

Cierto es que en esta su primera incursión hay algunos momentos menores, tanto de guión como, especialmente, en la representación de la violencia, ya que de a poco los asesinatos comenzaron a ser más violentos y más gráficos. Mucho más gráficos, algo que, evidentemente, encanta al fan de género.

Pero es que Argento supo conjugar un buen guión, con una excepcional partitura del maestro Morricone y una fotografía estilizada, llamativa, colorista y, en términos generales, genial. Quedando todo conjugado a la perfección con un sobrio montaje que dejó al público entusiasmado. No obstante este genial género, el giallo, nos ha legado innumerables joyas, lástima que no se sigan realizando producciones del tipo, porque, creo, que el aficionado los reclama, mas aún viendo los pobrísimos guiones que pueblan el mundo cinematográfico actual.

Otro buen acierto de Argento es rodearse de actores muy solventes. Sin realizar grandes interpretaciones se nota una gran mano en la dirección de actores y colocación de los mismos en cada plano y secuencias, algo que deberían aprender a hacer infinidad de directores. Porque, siendo francos, algunos perfiles son menores, como el del comisario Morosini, y, evidentemente, si nos centramos en la trama podríamos decir que resultan algo fantasiosas muchas de las acciones de Sam, aunque, evidentemente, esto es cine y hay que aceptarlo como lo que es, y ciertas licencias hay que permitirlas, las cuales aparecen por el bien de la película.

Como dato anecdótico comentar que las manos del asesino son las del propio Argento, y que en este film todavía los asesinatos no son gráficos, aunque resultasen violentos para la época, todavía estaría por llegar una oleada de violencia gráfica sublime.

Por otra parte apuntar también que el asesino a sueldo contratado viste con cazadora amarilla, elementos habituales de este tipo de cine, al igual que la presencia de algún animal, especialmente el gato, aunque esto se iría perfeccionando con los años ya que su aparición en esta es “alimenticia”, jajaja Siendo el propio Argento uno de sus máximos valedores.

La parte final contiene diversas sorpresas, dobles finales y un ritmo muy acertado, me rió yo de Saw y similares, donde la resolución del rostro del asesino siempre deja sorprendido, y, encima, revisionando la cinta uno se centra más en la cantidad de detalles, tanto infográficos como de acciones propiamente, que, todavía, hacen mas grande a esta película, y la gran mayoría de giallos de la época.

Obra maestra del genio Argento que, según los estudiosos del cine, es el pistoletazo de salida del Giallo, aunque ya Mario Bava medio asentó las bases con La muchacha que sabía demasiado, aparte de diversos títulos policiacos anteriores. Ciertamente, y tratándose de un debut, estamos ante una cinta muy buena, con algunos errores y momentos menores, pero tan escasos que nos dejan altamente satisfechos de lo visto. Además siempre habrá que agradecer a este título asentar las bases de un género tan impactante en todos los aspectos como el del giallo violento, oscuro y misterioso. De visión obligada.

Óscar Arias