“Serie B con ams fama de la que merece”
Estamos ante la segunda película de Serie B dirigida por el especialista en efectos especiales, Ray Kellogg, producida por Ken Curtis y escrita por Jay Simms, aunque en esta ocasión basada en una historia original del propio Kellogg. Recordemos que en este mismo año este equipo se encargó de Musarañas asesinas, también de serie B, tirando a Z, con peores críticas que esta que nos ocupa, aunque a mi me parece superior. El protagonista de la cinta es la joven promesa Don Sullivan, quien trató dar el salto a la música, de hecho se encarga de todas las canciones de la cinta, donde, además, interpreta varias, en plan momentos musicales. Apuntar que a Sullivan le hemos visto en otras series B, como Teenage zombies, 1959, o The monster of piedras blancas, este está acompañado por el veterano Fred Graham, habitual secundario en series como Panther girl of Kongo, 1955, o El jinete indómito, 1946, además de algún que otro veterano actor con poca repercusión dentro del género y un buen número de jóvenes sin ninguna otra incursión dentro del cine.
Un par de jóvenes desaparecen por lo que el Sheriff Jeff comienza una investigación hostigado por el padre del chico desaparecido, Mr. Wheeler. El sheriff pedirá ayuda al joven Chase Winstead, el mecánico del pueblo y novio de una hija de Mr. Wheeler. Pronto se sucederán los accidentes pero sin poder encontrar víctimas y finalmente tanto Craig como el Sheriff descubrirán que se trata de un gigantesco monstruo, el monstruo de Gila, al cual tendrán que dar caza para salvaguardar a la población, además los jóvenes están a punto de celebrar un baile, carne fresca para la bestia.
El mismo año en que rodó Musarañas asesinas Ray Kellogg rodó este teen horror con monstruo gigante, el cual no queda del todo claro cual es su procedencia, si un deshielo o la radiación, por lo que toca de refilón ambas vertientes de los bichos gigantes de la época. Lo curioso es su total acercamiento al teen horror más típico, con su joven héroe que encima es una especie de clon de Elvis Presley, pero con canciones religiosas y algo sosas, ya que Kellogg nos muestra diversos momentos musicales, del todo suprimibles.
Las calidades técnicas son superiores a las de su otra serie B. Esta tiene mejor fotografía, la banda sonora es muy superior, mas que nada porque en Musarañas asesinas no hay nada reseñable y en esta se centran en mostrar a un posible cantautor, aunque el montaje es algo plano y la dirección resulta algo inferior a su otro trabajo, aunque, curiosamente, esta cinta tiene mejores críticas y es muy apreciada por los aficionados, aunque me parece inferior.
Los perfiles son del todo clásicos, con un joven protagonista que es el eje fundamental de todas las tramas. Aparte del monstruo de Gila, de la cinta. Hay que reconocer que la interpretación de Don Sullivan es del todo aceptable, muy clásica con respecto a otros teen horrors de serie B de la época, el resto de jóvenes no aporta nada. Salvo su novia francesa, que no es en absoluto reseñable. Los papeles adultos son muy desiguales, los perfiles están excesivamente forzados y resultan bastante increíbles. Impagable la escena donde Mr. Wheeler le dice al Sheriff lo difícil que es su trabajo, después de llevar todo el metraje metiéndose con su ineficacia.
La criatura no deja de ser un lagarto grabado dentro de una maqueta, pero el bueno de Kellogg nos la muestra en diversas ocasiones, un acierto total. Además sus ataques están dirigidos de forma pausada con un sonido poco real pero muy eficaz provocando gran tensión en el espectador, siendo este el gran motivo de la buena acogida dentro de los aficionados a la serie B.
El final tiene de todo, el baile y mitificación de nuestro héroe que encima se convertirá en estrella del rock. Si, ya se que suena increíble pero es del todo cierto y no es la primera ocasión en que vemos este mismo detalle. En el ataque de la criatura al baile, donde la histeria será la predominante, aunque aquí la cinta pudo, o debió, dar mucho mas de si. Kellogg no logra crear la tensión apropiada, y la resolución con nuestro héroe demostrando su valentía, de paso mostrándonos como la Nitroglicerina solo explota cuando uno quiere. Porque viendo los baches de la carretera y la forma de conducir es increíble que no saltasen por los aires antes, encima Kellogg acelera las secuencias donde vemos a coches de forma absurda, no se muy bien para que, es del todo inexplicable aunque sirva como final de una aceptable serie B con monstruo gigante.
Serie B con cierta fama que me resulta inferior a la otra película de Serie B de Kellogg, Musarañas asesinas, además se han usado imágenes de esta en diversas películas, como la reciente Watchmen, 2009. Lamentablemente Kellogg no rodaría más productos de serie B, aunque sus dos películas están en la memoria del aficionado por derecho propio. Y si, su apellido es igualito a los famosos cereales…jajaja
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 4.8
4.8
Género; Monstruos - Musical - Serie B