Crítica- El mariscal del infierno (1974)

“Segunda incursiòn del personaje de Alarin de Marnac”

Nueva uniòn del duo León Klimovsky- Paul Naschy, esta vez realizando una coproducciòn hispano- argentina y retomando el personaje de Alaric de Marnac. Como no, està protagonizada por Naschy, Una libèlula para cada muerto, Rojo sangre, que està acompañado de habituales del gènero de la època. Tales como Mariano Vidal Molina, El aullido del diablo o Una libèlula para cada muerto, Eduardo Calvo, Inquisiciòn, Fernando Rubio, El pobrecito Draculìn, Luis Induni, Diabla, José Luis Chinchilla, La isla del tesoro, Francisco Nieto, Las garras de Lorelei, Carmen Carro, El extraño amor de los vampiros.

Sinopsis bastante acertada y amplia, por lo que no es necesario ampliarla. Naschy retomò el personaje de Alaric de Marnac, ya visto en El espanto surge de la tumba, en esta cinta aunque le cambiò el nombre por el de Gilles de Lancré, estando asì màs cercano al personaje real en el cual està inspirado Marnac, Gilles de Rais. Uno de los soldados màs fieles de Juana de Arco que ademàs era nigromante y alquimista, aunque, desgraciadamente, siendo un personaje tan interesante para el fantàstico muy poco se ha rodado sobre su persona, una pena.

Lo malo de este tìtulo es que el guiòn flaquea, la direcciòn cae excesivamente en el umbral del cine de aventuras y el terror o fantasìa està rodado con poca fuerza y garra dejando asì secuencias vacías sin mas. El bueno de Klimovsky no estuvo muy acertado en esta producciòn.

Parece que solo Naschy se toma en serio el proyecto, sigue realizando una interpretaciòn seca y fria, a su estilo, pero al menos le mete fuerza y garra, algo que jamàs podremos negarle. Pero es que el resto del elenco estàn bastante flojos, increíble el argentino Guillermo Bredeston que està constantemente sonriendo, resultando ridìculo y del todo desquiciante.

Al menos tenemos escenas gore, aunque la direcciòn no sabe sacarles el jugo apropiado. Por ejemplo la secuencia donde Naschy habla con una cabeza recientemente cercenada, y tapada por un actor para no ver el primer plano del golpe de hacha, algo muy forzado, y el brujo le engaña, està rodada como si fuese una cinta infantil. Aparte las similitudes con la genial Excalibur son varias, la dama rubia malvada, el hechicero, la falsedad del soldado màs fiel, aunque todo elaborado de forma bastante pueril. Al igual que las similitudes con Robin Hood, los bandidos parecen sacados de cualquier versiòn del mìtico ladròn y el propio Guillermo Bredeston parece que quiere realizar un papel que ni Errol Flyn.

Ya que la lìnea que unifica este cinta de capa y espada con el fantàstico parece inexistente, o hay de lo uno o de lo otro, craso error. Al menos el final es interesante, aunque deje mucho que desea. La muerte de Landrè podrìa haber estado màs estirada, queda algo forzada cuando, por fin, Klimovsky lograba rodar una secuencia con fuerza.

Ah, ni que decir de los constantes fallos de racord o continuidad, algunos claman al cielo.

Segunda incursiòn del personaje de Alarin de Marnac por parte de Naschy, aunque en esta ocasiòn le llame Gilles de Lancrè. Lamentablemente la cinta resulta muy inferior a la anterior apariciòn del personaje y el intento de mezclar cine de espada con fantasìa queda mal hilvanado, se podrìan separar perfectamente las secuencias que pertenecen a cada gènero. Al menos nos muestran bastante gore, algo de agradecer, aunque la falta de una direcciòn màs apropiada deja a esta cinta en un lugar del montòn.

Óscar Arias