Crítica- El maligno (2006)

“Interesante pero con final catastrófico”

El duo Tiago Guedes- Frederico Serra ha colaborado en diversos trabajos, ya sean cortometrajes como otros largos, aunque solamente cuentan con una incusión dentro del género, justamente esta que nos ocupa. Contando con un elenco sacado principalmente de las series de televisión de mayor fama en Portugal y con pocos largometrajes a sus espaldas. La gran mayoría han rodado en torno a las diez películas mientras que si han participado en diversas series de éxito de la televisión, por lo que no podemos destacar a ningún actor.

La familia Oliveira se muda a un antiguo caserón para tratar de cambiar su estilo de vida, su hija acaba de ser madre y no saben quién es el padre, el hijo mayor se quedó en la ciudad para acabar los estudios. Pero al llegar a la casa comienzan a sucederse extraños sucesos, Ricardo, el hijo pequeño está asustadizo y no habla, y tanto Xavier como Lena, los padres, comienzan a oír hablar de pasadas leyendas. Acudirán al Padre Cruz que les hará saber la verdad de lo acontecido en esa casa, lo próximo será realizar un exorcismo, pero ¿A quién?

Interesante propuesta la proveniente del país vecino que se queda a mitad de camino de ninguna parte. Aún me cuesta comprender como todo lo conseguido. Con unas formas poco tradicionales y algo exigentes para el espectador, lentitud, parsimonia, pocos diálogos, puede resultar tan soso debido a un final desastroso, que no tiene ni pies ni cabeza en sus formas. Está rodado de forma cuasi amauter me atrevería a decir.

La falta total de continuidad, los momentos poco, o nada, aprovechados, y las formas tediosas acaban haciendo de este título, que si bien resulta interesante por algunas de sus formas, se convierta en un título de terror sin nada destacable, vamos un quiero y no llego.

Me resulta incomprensible crear tantos momentos interesantes y no ser capaces de que ninguno resulte terrorífico o al menos entendible. Así veremos el exorcismo de una niña que nos deja del todo helados, no se acaba de aprovechar el momento de endemoniar a una mujer por tener su primera regla. O la primera ouija de la familia Oliveira, o, sobretodo, el tema del incesto, que queda del todo desaprovechado. Siendo este momento donde la cinta comienza una caída libre lamentable, eso que hacía mucho tiempo que no veía un producto con tantas buenas ideas y formas, si bién aceptas la lentitud de la película para poder disfrutarla, cosa que hice y de hecho disfruté.

Pero los momentos finales y la resolución de todo el asunto es catastrófica, lamentable y no se que mas decir. Que alguien me explique porque Ricardo, el hijo pequeño, de repente habla, y ni que decir la poca fuerza que tienen sus momentos finales, algo que deja del todo decepcionado ya que la idea es muy buena ¿Porque los fantasmas que vemos que pintan?

Y lo de decir que el hombre vengativo está poseído por Dios, que luego será Jesucristo, está algo mal tratado. Además el elenco no es capaz de salvar la situación, aún realizando buenos trabajos. Casi lo mismo se puede decir del Padre Vicente, de repente le vemos haciendo un exorcismo a una niña por tener una regla, manda huevos, y luego es un borrachín.

El tema del incesto, que gran idea y que mal rodada, tratada y finiquitada. O que decir del exorcismo final, creo que es uno de los peores finales que jamás ví, si al menos la cinta no se tomase en serio. Pero es que va de cine serio y no tiene lógica alguna. Si está bien rodada, las formas escogidas se mantienen, pero por Dios, hay que saber finiquitar las acciones, y, sobretodo, demostrar algo de fuerza y coraje, algo que falta a raudales. Porque de repente tener un par de planos haciéndonos ver a La Piedad De Michel Angel, como si el demonio fuese el mismísimo JesuCristo, queda del todo desvirtuado y muy mal tratado… una pena.

Una de las ganadoras de Sitges en 2006, algo que no logro comprender, bueno después de ver los distintos palmarés de dicho festival no me extraña tanto. Tenemos una cinta interesante, con buenas formas, lenta, terrorífica a su manera, pero que de repente se pierde en a saber donde y no es capaz de finiquitar ninguna acción y menos aún entrelazarlas, dejándonos así con un sabor de boca, a priori, extraño, pero una vez sopesado nos damos cuenta de la tomadura de pelo que hemos vivido. De verdad, no recuerdo un exorcismo más patético que el visto en el cierre de esta película, para verlo. Aunque tiene muchas formas y detalles muy interesantes, lástima que no los aprovechasen.

Óscar Arias