Crítica- El legado (1978)

“Terror convencional inglés que pudo dar mas”

Único terror dirigido por Richard Marquand, recordado por los aficionados por ser el director de El retorno del Jedi, sexta entrega de La guerra de las galaxias, tercera de la primera trilogía, aunque a mi el universo de Las guerras de las galaxias me interesa poco. Cuenta con un guión de Jimmy Sangster, un habitual de la denostada Hammer, lo cual augura buenas calidades. Además el elenco es bastante consistente, encabezado por Katherine Ross, Solo matan a su dueño o El enjambre, y Sam Elliott, Frogs o Hulk. Además están acompañados de actores de gran categoría, como Roger Daltrey, el cantante de The who que hemos visto en Vampirella entre otras producciones, John Standing, El psicópata, Ian Hogg, Marat/ Sade, Margaret Tyzack, 2001, una odisea en el espacio, Charles Gray, La novia del diablo, Lee Montague, Jekyll & Hyde, o Hildegarde Neil, Tinieblas.

A Maggie la ofrecen un trabajo en Inglaterra y decide irse con su novio Pete a probar suerte, allí sufren un accidente de tráfico y son alojados por Jason Mountolive en su mansión, donde se reunirán otras cinco personas. Al parecer Maggie es la escogida para tomar el relevo de un legado satánico, y aunque ella y Pete traten de escapar solo verán morir al resto de invitados y pondrán su vida en peligro en diversas ocasiones, quizá no puedan escapar.

Aceptable terror que contiene diversos elementos de la Hammer tanto en sus localizaciones como en su historia, el guión es de Jimmy Sangster. Igual en la dirección artística, lamentablemente la banda sonora es muy pobre y contienen más momentos irrisorios que otra cosa, la secuencia de la huida de los caballos es patética, musicalmente hablando.

Aparte la dirección es muy tosca y desaprovecha constantemente al gran elenco y las buenas localizaciones que tiene a su disposición. Es increíble ver algunos planos poco trabajados conteniendo un atrezzo muy acertado, una pena.

El elenco brilla con luz propia, tanto Katherine Ross como Sam Elliott están sensacionales, al igual que el resto de invitados en la casa. Y no podemos obviar a una sensacional Margaret Tyzack, que debió haber estado más aprovechada ya que su doble papel como gata está muy desaprovechado y aquí, como en otros tantos momentos, la cinta pierde mucha fuerza, pareciendo así un quiero y no llego.

La dirección de Richard Marquand es demasiado mediocre, teniendo un trabajo de calidad en sus manos y rodeado de buenos actores y técnicos pues se nota muchísimo más.

Al menos tenemos algunas muertes ciertamente interesantes, cercanas al giallo pero de nuevo la falta de valentía las dejan a medio gas, exceptuando la de Karl, aunque es más sorprendente el como queda que la propia muerte.

Cuando todos los misterios comienzan a resolverse la fórmula que usa Marquand vuelve a ser errónea, lo que se ve en imágenes no acaba de encajar en la propia trama, de hecho el intento de huida por parte de los protagonistas es algo ridículo, sin demasiado ritmo ni nada.

Al menos el final sorprende, aunque aquí la actuación de ambos protagonistas decae hasta cotas inusuales, aunque parece provocado por la dirección. Porque que alguién me explique el porqué Pete y Maggie aceptan su futuro después de haber luchado de la forma que lo hicieron, no tiene sentido sin una escena previa donde les veamos alicaídos y derrotados, ¿No?.

Terror convencional inglés que se produce en la sempiterna mansión de la campiña inglesa y con pocos actores, como no la sombra de Los diez negritos sobrevuela también por esta producción. La historia es interesante pero la dirección no consigue crear una película acorde a dicha historia y el elenco está bastante desaprovechado. Es una pena ya que la cinta si bién se puede ver nos deja un sabor agridulce por haber estado cerca de habernos mostrado algo interesante pero sin saber como hacerlo de forma correcta.

Óscar Arias