“Otra batalla contra alienígenas desangelada, y con un genocida adolescente de por medio”
Han tenido que pasar casi 30 años para poder tener una adaptación cinematográfica del best seller homónimo de Orson Scott Card, y es que siempre se antojó una adaptación muy compleja, pero ya la tenemos en nuestras manos. De esta adaptación se encargó Gabin Hood, ganador de un Oscar con “Tsotsi” en 2005, y responsable de “X-Men orígenes: Lobezno” en 2009, siendo él mismo el responsable del libreto.
Para esta superproducción hollywoodiense, de más de 100 millones de dólares, contó con estrellas de renombre para los papeles principales, adultos. Así tenemos a Harrison Ford, rememorando, en cierto modo, su Han Solo, o a Sir Ben Kingsley. Y en la parcela adolescente tenemos a Asa Butterfield, interpretando al protagonista, Ender, junto a Hailee Steinfeld y Abigail Breslin, recordada para siempre, por los aficionados al género, por su papel en “Bienvenidos a Zombieland” en 2009.
Desgraciadamente nunca me leí “Ender’s game” entero, y mira que lo tengo desde hace años. Pero cuando supe de la noticia de este largometraje me entraron ganas de leerlo, cosa que, de momento no he hecho. Así que no comentaré esta cinta viendo las diferencias entre el original literario y esta adaptación cinematográfica, y es que, además, cada cual debe tener vida propia ya que deben tener estilos diametralmente opuestos, aunque haya muchos, demasiados, que olviden este matiz con gran facilidad.
Y viendo “El juego de Ender” como película sin más he de decir que cumple y poco más. Muchos efectos, muchos grandes decorados, pero poca, muy poca historia. O más bien, una historia muy poco desarrollada, y eso que la cinta, que dura sus casi 120 minutos, tiene momentos demasiados densos para este tipo de súperproducciones.
Porque el perfil de Ender, el gran protagonista, me resultó muy mal tratado, y si bien, sí conseguí entender al personaje, creo que la forma de presentarnos sus traumas y pensamientos dan demasiados bandazos, y en momentos, no entendemos muy bien el porqué de sus actos, vamos, que parece más bien bipolar más que un niño que no sabe cuál es su futuro. Ah no, que sí lo sabe. Que es el “elegido”, tipo Matrix, pero a este “elegido” se le trata de forma realmente chabacana y torpe.
De hecho vemos a su familia, al comienzo de la película, y poco más, y luego tenemos a la Coronel Gwen Anderson haciendo el papel más maternal, sin ninguna fuerza ni espíritu, por cierto. Y luego resulta que añora a su hermana… vaya tela de perfil. Y sí, estoy seguro que en el libro se explica mejor, pero esto, señores míos, es un largometraje, y debe tener vida independiente.
Además, la actuación de Asa Butterfield no me gustó nada. Sobreactuado y muy por encima del tono del resto de interpretaciones. No diré yo que este chico es mal actor, pero, desde luego, en esta cinta no realiza una gran labor, quizá culpa del perfil o la dirección, pero no me encajó en absoluto. Algo similar a lo que le pasa a Harrison Ford, venido claramente a menos en los últimos años. Y es que realiza una interpretación plana, parece que esta historia no le interesa y está más pendiente de cobrar el cheque, una pena. Y, encima, al genial Sir Ben Kingsley le desaprovechan en un personaje que, tampoco, daba mucho más de sí.
Así que nos quedaremos con los efectos digitales. Y qué decir, que son asombrosos, faltaría menos. Y eso que estos Interceptors me recodaron a los insectos del planeta Klendathu de “Starship Troopers”, y sí, sé que tampoco se parecen tanto, pero me recordaron a ellos. De hecho, la historia me recordaba en cierta medida, y la novela que inspiró a la cinta de Verhoeven es de la década de los 50… no digo más.
Sí quiero resaltar el diseño de producción y el vestuario. Más que correcto para este tipo de producciones. Además la banda sonora es destacable y la fotografía y el montaje cumplen a gran nivel igualmente. Aunque esto es más esperable debido al gran presupuesto con el que contaron, aunque, qué demonios, hay que cumplir, y en estas parcelas la cinta luce perfecta.
El tramo final me parece que está cogido por pinzas. Y es que después de haber instruido a un genocida, que todo hay que decirlo, la trampa final me pareció tan boba como predecible. Y, lo peor de todo, es que el guión hace unas aguas enormes en este tramo, y deja a todo el elenco en bastante mal lugar. Aparte de que algunos planos están realmente mal seleccionados, parece que no tuvo un gran día Hood cuando rodaron el final. Así todo esta parte queda bastante desangelada y hasta algo ridícula.
Pero, seguramente, a los jóvenes les gustará. Me refiero a aficionados hasta 20- 22 años, aquellos que no tuvieron la fortuna de ver con esa edad las grandes joyas de la ciencia ficción, las cuales, desgraciadamente, están a años luz de esta “Los juegos de Ender”, y del resto de cintas del estilo que han salido en la última década. Porque no solo con efectos se consigue crear una gran space opera, hace falta tener un guión consistente, crear buenos personajes, y tener una, al menos, historia que llene la pantalla. Y esta “Los juegos de Ender”, si bien cumple, dista de ser un gran trabajo.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.8
5.8
Género; Ciencia Ficción