Crítica- El infierno verde (2013)

“Roth ha creado una de las cintas más flojas de caníbales jamás rodadas. Un poco de seriedad, por favor”

Eli Roth es uno de los directores más reconocibles dentro del cine de género actual. Ya sea por su amistad con Tarantino, quién le dio la gran oportunidad, o por haberse labrado, con gran trabajo, una amplia reputación debido a la cantidad de productos que dirige y, sobretodo, produce.

Así le llegó el turno a su película de caníbales, aquella donde poder homenajear el clásico “Holocausto caníbal” de Rugeo Deodato, principalmente. Y ya desde el nombre tenemos el primer homenaje, y es que la original del italiano iba a tener primigeniamente el título de “Green inferno”, título que acabó cambiando por el de todos conocidos.

Y la verdad, solo la idea de poder ver un título de caníbales como los rodados en los añorados setenta era una gran noticia, aunque algo preocupante debido a quién estaba detrás del proyecto.

Y es que Eli Roth no me ha demostrado nunca nada. No creo que ninguna de sus películas sean buenos trabajos, y en muchos casos ni entretenidos. Pasables y poco más. Pero tiene su troop bien remarcada, y una legión de fans por todo el mundo que le sigue a pié juntillas. Ya se sabe, para gustos colores.

Así esta cinta vuelve a estar protagonizada por su mujer, la chilena Lorenza Izzo. Que también protagonizó “Aftershock” en 2012, o el último trabajo de su marido, “Toc toc”, en 2015. Y, cómo no, dentro del resto del reparto encontramos otros habituales de Roth. Así veremos a Ariel Levy, Nicolás Martínez, Matías López o Ramón Llao de la citada “Aftershock”, Ignacia Allamand y Aaron Burns de, la también nombrada, “Toc toc”, y hasta el veterano Richard Burgi, visto en “Hostel 2” en 2007.

Pero centrémonos ya en la propia película. ¿Y qué nos ofrece? Pues una gran decepción, en mi caso otra más del señor Roth. Porque todo lo visto en este largometraje me ha resultado una gran broma hacia el cine de caníbales. Es estupendo que Roth entremezcle elementos de “Holocausto caníbal”, de “Comidos vivos”, y hasta de “Natura contro”, ¿pero de una forma tan burda? Tengo tanto que decir que es que ni se por donde empezar, en serio.

Pero empecemos por los rubros técnicos. Y aquí si hay que salvar a la fotografía. La cual, realmente, nos muestra unas grandes localizaciones de forma majestuosa y bonita. Pero esto es cine de caníbales, y jamás vi una cinta tan limpia, por cierto. Eché en falta algo de grano o suciedad. Por lo que teniendo un buen trabajo de fotografía, técnicamente hablando, no creo que sea, en absoluto, lo que la cinta requería. La banda sonora, por otra parte, es nula. Cuando el cine de caníbales está plagado de músicas que no te quitas en una semana de la cabeza.

El montaje es de estar por casa. Sin ritmo ni sentido alguno. Aunque esto lo achaco más bien a la pésima dirección de Eli Roth. No saca partido de nada, de absolutamente nada. Solo vemos planos sin sentido, uno detrás de otro. Ni en la parte inicial uno entiende nada.

Porque la premisa de la trama está cogida por pinzas, además de no ser nada original, cosa que tampoco debería importar demasiado. Y si sumamos que esta premisa es muy pobre con una creación de personajes burda, la cual deja a los actores más solos que la una, pues poco podemos esperar salvo una matanza indiscriminada de los chavales. Poco, por no decir otra cosa, mas podemos esperar.

Así que llegamos al meollo del asunto, y aquí el bueno de Roth mete mensajito ecologista salpicado de corrupción, que queda como un sinsentido atroz. Siendo un buen matiz queda en un segundo plano, de importancia, atroz. Insisto.

Pero bueno, de este sinsentido llegamos a los esperadísimos caníbales. Y estos hacen buenos a los mil veces ninguneados caníbales de Pérez Tabernero de “Terror caníbal”, en serio. No sé en qué demonios estaría pensando Roth cuando diseñaron la tribu. Es que es de traca, y no sé ni que decir de sus actuaciones. En serio, hacen buena a “Terror caníbal”.

Al menos aquí empieza el gore, el cual es un sinsentido, si otro más, tras otro. Con escenas calamitosas, o, en algunos casos bochornosas. Como la de la masturbación, que por favor alguien me explique de que sirve esa escena. Al menos los efectos especiales de maquillaje corren a cargo de la pareja Nicotero y Berger, con un bagaje a sus espaldas inconmensurable y cuyos nombres solo hacen esperar lo mejor. Y desde luego que lo mejor son sus efectos, pero en manos de Roth no lucen, más bien deslucen.

En serio, que alguien le diga al señor Roth que el gore no es tirar cabezas por los aires, o enseñar cómo la gente come “trozos humanos” si estos planos carecen de fuerza o sentido. Aunque el mayor sin sentido es la escena que fue viral con las actrices gritando siendo tocadas por la tribu. Una vez vista esa escena durante el visionado de la película dan ganas de sacarse los ojos. Aún no me lo puedo creer, porque ese día ni las actrices estuvieron acertadas, ni nada tuvo el más mínimo sentido, ni nada de nada. Que sobreactuación, que dirección, que de todo.. Y nada, absolutamente, nada positivo.

También tenemos algunos efectos digitales. Los cuáles deberían servir para ayudar, pero en este título no lo hacen. Es todo demasiado calamitoso. Lo de las hormigas… decepción no, lo siguiente. Porque si esto es un homenaje al cine de caníbales de los años setenta, creo que alguien no ha visto cine de caníbales de los años setenta. No me lo puedo creer.

Y para colmo el final está ya rozando el bochorno absoluto. ¿También querían homenajear a “La montaña del Dios caníbal” con la mítica Úrsula Andrews? Pues ni de lejos oiga. Ni de lejos.

Y, para colmo, la narración de la superviviente va en plan “entendiendo a la tribu” es de traca. Y mira que podría haber quedado bien, de hecho estoy seguro que en el guión tendría su aquel. Pero una vez rodado, y más de esa manera, queda ridículo a más no poder.
¿Y de la última escena? Si parece un Yeti de la Asylum…jajaja

En definitiva, si esto es un homenaje al cine de caníbales setenteros, les han hecho un flaquísimo favor. Si es cierto que hay escenas y planos que nos recuerdan a ese brutal cine, pero esta no le llega a la altura de los zapatos a ninguna cinta del subgénero. Y no hablo de las grandes joyas, no. Hablo de los peores ejemplos de este cine, a los cuales les han hecho buenos. Creo que el señor Roth debería centrarse y tomarse algo en serio sus trabajos. Pero claro, teniendo una horda de fans que aceptan cualquier cosa que el haga, ¿para qué va a cambiar nada? 
Lo que no me explico es como sigo viendo su cine, con la de grandes películas que siguen apareciendo cada año. Y, mayor despropósito aún, se va a rodar una secuela… Espero que la mejoren, aunque mis esperanzas son nulas.