“Enésimo found footage en absoluto original y carente de vida o energía para ser ni si quiera recordado”
Ya he perdido la cuenta de la cantidad de largometrajes de género se han realizado bajo la técnica del Found Footage en los últimos años. Y también perdí la cuenta de la cantidad de títulos que usan historias similares contadas con mil y una trampas. Ya no solo en lo técnico, lo de la cámara en mano tiene mil y una trampas, sino también en lo argumental.
En este, gran, saco encontramos a “El heredero del diablo”, dirigida a la limón entre Matt Bettinelli-Olpin, también actor, y Tyler Gillett, también director de fotografía, que anteriormente habían participado en la antología “V/S/H” con un cortometraje. Eso sí, no tengo yo muy claro para que es necesario dos directores para rodar un largometraje de estas características, pero bueno. Como ya pasó en “The Blair witch Project”..
En especial viendo lo que nos ofrece este título. Porque el libreto de Lindsay Devlin, primeriza en estas lides, no tiene una complejidad mas allá de lo normal, es más, no aporta absolutamente nada al género. Lo cual no es negativo, por cierto.
Porque nos encontramos ante la enésima pareja que se va de luna de miel y allí ella quedará embarazada de forma misteriosa. Secta de por medio y, o sorpresa, otro anticristo de camino. ¿Novedades? Pues, lamentándolo mucho, ni una sola. Pero bueno, quizá, pueda pensar uno, el rodaje nos deparará alguna que otra sorpresa, o vete tú a saber. Pero no, de sorpresas, más allá de las mil y una veces vistas, nada de nada. Es más, esta cinta padece los mayores errores del cine Found footage. El espectador ni sabe qué cámara se está usando, ni porqué vemos cámaras de un supermercado, o cámaras de vete tú a saber dónde. Un desconcierto total y absoluto.
Ya que este es el gran problema de este título. Trata de ser un potente y terrorífico found footage y no deja de ser una continuación de trampas técnicas a cada cual más cantosa y sin sentido. Por favor, que alguien me explique la cámara que vemos del supermercado, y, más aún, ¿Por qué vemos esto? ¿Qué estamos viendo? ¿Es un vídeo rodado por el marido?, ¿O es que alguien ha cogido escenas de algún lugar y se ha montado una película? Esto es un found footage, acepto barco, pero esta trampa es excesivamente grande como para dejarla pasar sin más. Que hay veces que parece que tratan al aficionado como si fuese estúpido, y no señores míos, no lo somos.
Tampoco puedo dejar de hablar, en el mismo sentido, de la cámara de botón que usará Zach Gilford. Quien ese mismo año participó en, la superior, “Anarchy: La noche de las bestias“ y que interpreta al marido de forma algo plana. Aunque tampoco es que tuviese mucho donde rascar. Esta cámara se mueve sola, si, como lo leéis. Yo debo de ser algo raro, pero si me pongo una cámara en la botonera de la camisa esta cámara no se pica sola, ni encuadra a la perfección, ni muestra lo que “alguien” quiere mostrar. Y mira que acepto las licencias sin más, pero esto me resultó del todo chocante y calamitoso. Así no señores directores.
Hablemos ahora de Allison Miller, a la cual vimos en “Blood: El último vampiro” (2009). La esposa y futura madre del “diablo”. Lo primero que tengo que decir es que pobrecilla. Verse en unas secuencias que no tienen ni sentido ni lógica no debió ser nada fácil para ella. Como la citada secuencia del supermercado. Y es que su personaje está escrito de forma miserable. Aunque tiene una cierta historia. Es huérfana y vegetariana, pero el devenir de su perfil se va transformando de forma tan simplona, y cutrona, que deja a la actriz en un pésimo lugar. Aparte que tampoco es que ella haga nada por sonsacar algo positivo a ese flojísimo personaje.
Así llegamos al tramo final, donde parece que pasará algo. Y lo que pasa es lo ya visto en mil ocasiones. Con secuencias copiadas y todo. Mejor no diré los títulos, pero os podéis imaginar a cuales me refiero. Hasta el puro final es copiado. Es que es alucinante, de verdad.
Y en este tramo final, al menos, parece que empezará el dinamismo, el terror o la acción. Y si bien tenemos algo de todo, todo es muy flojo. Especialmente el citado personaje de la madre. No vemos muertes, ni nada realmente potente que nos haga revolvernos en nuestros asientos. Nada en absoluto. Solo vemos al personaje de Zach igual que al comienzo de la cinta, así explican la situación. Y aquí hago un paréntesis. Porque, si ha grabado todo ¿porqué no da las grabaciones a alguien? Ah, es verdad que tuvimos la clásica secuencia trampa donde se borraban misteriosamente las tarjetas SD. Algo bochornoso, si.
Al menos la cinta no cae en el aburrimiento ni la apatía. Es más, se puede visionar sin mayor problema. De hecho sirve como recuerdo de otras del estilo, o de ver como saldrán de los mil embrollos donde se meten los directores. Así nos queda un título flojo pero entretenido, curiosamente. Aunque quizá sea yo que siempre trato de sacar algo positivo a cualquier película..jajaja
En definitiva, flojo found footage que no aporta absolutamente nada. Aunque parece ser que tuvo buena acogida en salas y los productores han recuperado, con creces, la inversión. Y aquí me pregunto yo, ¿Por qué otros títulos superiores carecen de distribución internacional? En fin, esta es la gran pregunta. De todos modos esta “El heredero del diablo” tiene un visionado, luego se olvida pronto.