“Gran largometraje de Espada y brujería con dragones de por medio”
Incomprensiblemente el cine de dragones nunca ha sido explotado adecuadamente, de hecho hay pocas cintas sobre los mismos, siendo esta coproducción entre Disney y Paramount la mas destacable. Con un guión hábil escrito por Hal Barwood y Matthew Robbins, el cual a su vez la dirigiría y que tiene un corto historial dentro del mundo del cine, así solo le hemos visto como co escritor de algún que otro largo, como Encuentros en la tercera fase, 1977, o Mimic, 1997, o dirigiendo la entretenida Nuestros maravillosos aliados, 1987.
El elenco es competente, formado por actores reconocibles y algún debutante como el protagonista, Peter MacNicol, al que posteriormente hemos visto en Cazafantasmas 2, 1989, o Drácula, un muerto muy contento y feliz, 1996, que está acompañado por intérpretes como la también debutante Caitlin Clarke, vista en The Stepford husband, 1996, o John Hallam, [Flash Gordon, 1980], el gran Ralph Richardson, [Condenados de ultratumba, 1972, o ¿Quién mató a Tía Roo, 1971], Albert Salmi, [Empire of the ants, 1977], Sydney Bromley, [Frankenstein and the monster from hell, 1974], o Ian McDiarmid y Roger Kemp, vistos por El despertar, 1980.
El maestro de Galen, un extraordinario mago, es requerido para deshacerse del último dragón con vida que tiene asolada a una ciudad, donde su rey concede la vida de diversas muchachas para paliar la sed de sangre del dragón. Después de la muerte del maestro de Galen este decide ocupar su lugar y junto a Valerian, una muchacha que se hacía pasar por hombre, tratarán de hacer entrar en razón al rey y acabar con el dragón, pero Tyrian, guiado por el malvado mago del rey, tratará de pararles.
Estamos ante otra de las películas producidas o coproducidas por al Disney en los ochenta y que supuso un fracaso en taquilla para, con el paso de los años, pasar a ser un film de culto. En su estreno fueron muchos los padres que se quejaron de la violencia de la cinta, ya que siendo un título, supuestamente, infantil esta violencia les parecía inadmisible, aunque parece ser que no se darían cuenta que la Paramount era productora igualmente.
El presupuesto fue bueno, así las calidades técnicas son bastante potentes y el diseño del monstruo brilla con luz propia. No obstante gran parte del presupuesto fue invertido en el mismo, comentar que hubo diversas secuencias donde se usó la fantástica técnica del Stop motion pero con algunas diferencias mecánicas, para agilizar así los movimientos. Movimientos estos que han pasado a la historia del cine y de los efectos especiales, pese a quien pese.
La historia y distintos perfiles son bastante afortunados, estando todos los mismos muy bien defendidos por los distintos actores. Quizá de primeras Peter MacNicol no nos encaje como héroe, pero hay que reconocerle muy buenas intenciones, y a fin de cuentas resuelve bastante bien este su debut. Algo que pasa igualmente a su compañera Caitlin Clarke, la cual tiene un perfil peor tratado, de hecho el cambio de su personaje, de hombre a mujer, algo que se nota desde el primer momento, es mas bien risible.
El resto del elenco ayuda a estos actores noveles a crear grandes momentos de guión y bastante atmosféricos eso que la dirección de Matthew Robbins no destaca en absoluto.
Ciertamente la cinta se puede hacer algo pesada debido a su duración, vista a día de hoy ya que el recuerdo que tengo de verla de pequeño es magnífico. Esas clásicas aventuras de Espada y brujería que nos fascinaba al mediodía algún fin de semana perdido del año, pero claro, ese mismo año también apareció Excalibur, estamos hablando de la mejor película de Espada y brujería de todos los tiempos, algo que hizo mucho daño a esta producción. Aunque el paso del tiempo restauró, dejando a esta producción como título de Culto, menor que Excalibur pero totalmente recomendable.
La parte final tiene todos los elementos para el disfrute del aficionado, veremos al dragón en diversos momentos, lanzando fuego, volando y dejándonos bastante sorprendidos en general, hasta con sus crías y el lago que da título a la cinta. El encuentro entre el héroe y el malvado, la aparición del maestro de Galen y la resolución de diversas tramas, algunas menores que otras, que nos dejan un buen trabajo para disfrutar en compañía de niños y de toda la familia.
Gran largometraje de Espada y brujería que tuvo una acogida en su estreno pésima pero que el paso del tiempo la situó dentro del olimpo del cine de este género, algo del todo merecido. En los ochenta la Disney no supo sacar provecho a sus intentos de hacer algo distinto a sus habituales producciones totalmente infantiloides. Quizá haya envejecido algo mal, y a día de hoy se haga un pelín larga, aunque, igualmente, resulta un título del todo recomendable, sobretodo viendo trabajos con mas efectos especiales, como Dragon heart, 1996, o El imperio del fuego, 2002.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 6.8
6.8
Género; Espada y Brujería - Dragones - Stop Motion