Crítica- El alimento de los dioses (1976)

“Joyita setentera que, habiendo envejecido mal, siempre estará en mi recuerdo”

Basada en la obra del mismo nombre de H. G. Wells, La màquina del tiempo o La guerra de los mundos, y dirigida y adaptada por el genio del gigantismo Bret I. Gordon que ya nos ha dejado grandes muestras como Attack of the puppet people, El imperio de las hormigas, La espada màgica, El asombroso hombre creciente, La guerra del monstruo colosal, etc.. Y protagonizada por, un sobreactuado, Marjoe Gortner, Mausoleum, Star Crash o Terremoto y Pamela Franklin, La leyenda de la casa del infierno o Necromancy.

Morgan, jugador de un equipo de rugby, va con un par de compañeros a una isla cercana, allì uno de ellos morirà a causa del ataque de unas avispas gigantes. Morgan en la bùsqueda de auxilio da con la granja de los Skinner, donde solo se encuentra a la mujer y unas gallinas y Gallo gigantes siendo atacado por este ùltimo. Jack Bensington acompañado de Lorna viajan a la granja para chequear un extraño lìquido que sale de la tierra que parece provocar el gigantismo en los animales, Jack quiere venderlo y hacerse rico, pero de repente seràn atacados por unas ratas territoriales gigantes que son lideradas por una rata blanca. Morgan y su compañero, Jack, Lorn, Ms. Skinner y una joven pareja se refugiaràn en la granja e intentaràn acabar con las terribles ratas, pero no todos conseguiràn acabar con vida.

Una gran cinta setentera que ha envejecido algo mal, y vista a dìa de hoy no causa las sensacionales sensaciones de su primer visionado. Recuerdo verla siendo màs joven y quedar impresionado y atemorizado, en serio, pero vista a dìa de hoy se me hace algo espesa. Quizà debido a la interpretaciòn de superheroe de Morgan que me resulta algo cargante, aunque me repito, tenia un recuerdo sensacional de la cinta.

Y es muy dinàmica, ya desde el primer momento tenemos ataques de los bichos gigantes. Hay una buena atmòsfera y los efectos, para la època, son bastante potentes, esta es anterior a Star wars, por ejemplo, aunque hay otras cintas de Bert I. Gordon que me agradan màs y creo que envejecieron mejor.

Pero realmente como la cinta no es demasiado larga se sigue haciendo entretenida, que es muy importante, aunque quizà debido a esta pequeña decepciòn pierda algùn punto durante su metraje.

Las actuaciones son correctas, menos el caso ya comentado de Morgan. Siempre me sorprendiò la mujer embarazada dando a luz durante un ataque de las ratas, pero visto hoy se hace algo mal rodado y muy engañoso, que no es por efecto de los efectos especiales, los cuales respeto y agradezco, es el engaño de las situaciones. Aunque hay que reconocer que el sonido durante el ataque de las ratas a la granja es estresante y crea tensiòn, muy conseguido.

Otro de los puntos delicados son ciertas partes de la pelìcula, aunque he de reconocer que no leì el libro de Wells, como cuando Morgan y su amigo van a investigar la isla, es algo increíble, o cuando Morgan y el marido de la embarazada dejan solas a las mujeres solo para reventar la presa o hasta cuando se inunda, supuestamente, la isla y al momento aparece todo drenado, demasiado increible, aunque muy efectista para la època.

Ademàs tenemos algo de gore en algunos ataques, que es muy de agradecer y ya vemos los movimientos de càmara desmesurados para crear mayor sensaciòn de ataque, algo tan de moda en el cine actual, que cosas.

Cinta que envejeciò algo mal, seguida por una continuaciòn rodada trece años despuès por Damian Lee siguiendo las mismas pautas que esta y que no sigue la supuesta continuaciòn que deja entreabierta la propia cinta, que serìa de vacas enormes y niños con gigantismo. Aunque reconozco que la tengo bastante cariño ya que de pequeño me aterrorizò. Un gran producto setentero que sirve para pasar una buena tarde, pero recordemos que sus efectos son llamativos para su època, y eso nadie se lo podrà nunca discutir al bueno de Gordon.

Óscar Arias