Crítica- Eden and after (1970)

“Surrealismo francés con toques sadinos, surrealistas y una cinta sorprenderte, no fácil de ver, pero altamente recomendable”

La primera película en color de Alain Robbe-Grillet, quién además firma el libreto que parece ser una mezcla entre Alicia en el pais de las maravillas, parte de la cultura de los escritos del Marqués de Sade y LSD.

Lamentablemente Alain Robbe-Grillet ha fallecido en febrero de este año, aunque nadie parece haber hecho caso a este excepcional director francés, bastante revolucionario y muy polémico. Hay que destacar de entre sus obras a L`Immortal, Trans- europ- express, Deslizamientos progresivos del placer o La belle captive. El elenco ha participado en thrillers franceses, parecidos al giallo italiano pero mas centrados en lo policiesco, menos salvajes y mas “franceses”.

Un grupo de universitarios no saben como pasar el tiempo, se refugian en el café Edén donde dan rienda suelta a sus locuras, o eso creen. Pero un día llega un hombre, Duchemin, que les trastocará las vidas, empieza dando droga a Violette, quién estará encantada y quedará alucinada por un pequeño momento. Pero poco después ésta encuentra el cuerpo de Duchemin en el embarcadero y un cuadro suyo ha sido robado de su casa. Viajará a Tùnez donde será raptada, allí se encontrará con diversos compañeros de la universidad, al parecer el cuadro es mas importante de lo que ella creía, lo que pasa es que no lo quiere para nada, la paranoia y la muerte será el final de su viaje. Aunque puede que nada sea lo que parece.

Otra pieza extraña y chocante de Grillet donde se atreve a meter planos que podrían ilustrar cualquier libro o narración del Divino Marqués, ya que la cinta no es gore pero, curiosamente, usa elementos gore para llamar la atención. Hay planos de torturas, muertes, suicidios o asesinatos, y mezclarlos con, la de por si, extraña grabación de esta cinta que es ciertamente extraña, como una fusión de Alicia en el pais de las maravillas, LSD, nouvelle cinema, Marqués de Sade, Hippies.. dando resultados sorprendentes, aunque no apropiados para todos los públicos debido a lo extraño del rodaje y a esas escenas, que aunque no son muy fuertes ni están remarcadas, si resultan potentes siendo una especie de visiones.

Es curioso ver el tono de narración y documental que tiene por momentos la cinta, hay hasta secuencias de varios minutos donde solo se oye el ruido de fondo, siendo francamente extraño aunque tiene su encanto al mismo tiempo. Lo ùnico es que quizá los personajes y el guión en si sean demasiado surrealistas para mi, quizá a la gente que le gusta este tipo de “paranoias” la pueden disfrutar mas que yo, que aunque la disfruté he de reconocer que esperaba otra cosa. Quizá mas elementos sadinos o gore, que aunque los tiene no dejan de ser testimoniales.

Por otra parte la actuación de Catherine Jourdan me pareció acertada y su personaje muy deudor del Divino Marqués, recordándome a la genial, y posterior, Historia de O, aunque el momento donde la droga Duchemin y “tiene visiones” es muy norteamericano.

Curiosamente el final después de desmoronar todo el grupo de “amigos” y averiguar por fin que el dichoso cuadro vale 1 millón de francos regresamos al café Edén donde parece haber sido todo un sueño, como si Violette fuese la mismísima Alicia de Carroll, interesante, fascinante, y no apta para todos los públicos.

Surrealismo francés con toques sadinos, surrealistas y una cinta sorprenderte, no fácil de ver, pero altamente recomendable para aquellos que quieran ver cine surrealista, pero no como el actual, con diversos elementos tan peculiares que son imposibles de comentar, de hecho esta cinta no tiene un comentario sencillo sin decir mas sobre el propio guión.