Crítica- Dylan Dog- Los muertos de la noche (2010)

“Pobre adaptación de un cómic ochentero al que no le hace una gran favor”

En la última década hemos visto innumerables adaptaciones de comics en la gran pantalla. Así llega esta “Dylan Dog; Los muertos de la noche”. Adaptación del personaje creado por el italiano Tiziano Sclavi y publicado en 1986 por la casa Sergio Bonelli Editorial. Apuntar que Sclavi es también el autor de la novela “Mi novia es un zombie”, la cual fue adaptada de forma magistral por Michael Soavi, que siempre tuvo pésimas críticas, las cuales un servidor no comparte en absoluto.

Para dirigir esta adaptación se optó por el semi novato Kevin Munroe, el cual solo había dirigido la cinta de animación “TMNT – Tortugas ninja jóvenes mutantes” en 2007, pasando sin mayor pena ni gloria.

El protagonismo recayó en Brandon Routh, el Superman de “Superman Returns (El regreso)” en 2006, que está acompañado de Sam Huntington, también visto en la mencionada cinta de Superman, Anita Briem, la protagonista de la floja “La monja” de 2005, el veterano Peter Stormare, visto en “Insanitarium” en 2008, Taye Diggs, de la genial “Equilibrium” en 2002, o el ex luchador de wrestling Kurt Angle, entre otros.

La cinta nos cuenta como Dylan Dog, el detective privado especializado en la investigación de fenómenos paranormales, regresa a investigar un caso de asesinato que tiene que ver con hombres lobo, vampiros y zombies, después de haber dejado el oficio años atrás debido a la pérdida de su compañera sentimental.

Lo primero que me pregunto una vez vista esta cinta es lo que pensará Tiziano Sclavi de la misma. Porque después de leer diversas críticas poniéndola a parir, sin falta de razón, creo que al autor se le tienen que estar revolviendo las tripas. Más aún cuando se compara este título con capítulos malos de las series “Buffy” o “Ángel”, y hasta a “True blood”. Ya que si bien no les falta razón hay que recordar un punto primordial. Este cómic es de 1986, mucho antes que estas series, o sus personajes, apareciesen. Por lo que me parece una pequeña falta de respeto al autor del original, el cual no tiene la culpa del trabajo realizado por Kevin Munroe.

Y no dejo de compartir la opinión de que este título dirigido por Kevin Munroe es flojo, muy flojo. La dirección está totalmente carente de fuerza, o de algún tipo de intención en hacer algo mínimamente decente. La fotografía es de estar por casa, la banda sonora es simplona a más no poder, estoy siendo bastante generoso, el montaje atropellado y, por demasiados momentos, sin sentido... Vamos que con estas pautas técnicas poco se puede uno esperar, si al menos la vendiesen como una Serie B…

Pero es que el guion, obra de la dupla Thomas Dean Donnelly-  Joshua Oppenheimer, responsables del libreto de la última revisión del personaje de Conan, es de traca. Es un sinsentido tras otro, vamos, parece un encargo realizado para cobrar y listo. Una pena.

Algo muy parecido sucede con casi la totalidad de actuaciones. Brandon Routh está excesivamente seco, y su tono de detective duro, al más puro estilo del cine negro de los 50, lo interpreta de forma tan soez que da más risa que otra cosa. Su compañero, el zombie cómico, interpretado por Sam Huntington, está muy mal perfilado. Y es que si este es el personaje que tenía que poner el toque de humor, lo que  hace es más bien desesperarnos con sus continuas tonterías. Además el acercamiento a las clásicas “Buddy movies” ochenteras queda bastante mal debido al perfil de ambos personajes.

Del resto de actuaciones poco se puede decir, hay mucha sobreactuación, y muy poca dirección de actores, una auténtica pena.

Los diversos monstruos que vemos están creados de forma muy simplona. Así los zombies hacen más gracia que otra cosa, aunque el momento del mercadillo de miembros está divertido. El zombie grande parece sacado de “Resident evil”, pero mezclado con “Buffy”, los vampiros son muy deudores de “True blood”, pero en cutre, y los hombres lobo… buff, mejor no comentar nada acerca de sus transformaciones, demasiado cutres para creerlo, mejor ver sus imágenes.

Aparte, la cinta es excesivamente larga, y demasiado de su metraje no aporta absolutamente nada. La acción es de estar por casa, y el final tiene momentos del todo ilógicos. Que alguien me explique el momento final del personaje de Elizabeth. Está entre los buenos, los malos, y al final no queda nada claro. Bueno sí, que estamos ante una cinta floja y carente de ritmo, que, seguramente, en otras manos, hubiese sido muy superior.

Y es que es normal que este título tardase en aparecer por España cerca de dos años. Pero mi pregunta es, ¿por qué aparece este título y otros mucho mejores ni se asoman por aquí? Misterios de las distribuidoras. Lo normal es el descalabro que sufrió esta cinta, la cual si bien se puede ver, y, en cierto modo disfrutar, no deja de ser un producto a todas luces menor. Una pena.

Óscar Arias