Crítica- Donkey punch (2008)

“Floja cinta que no podemos ingresar en ningún género directamente”

Òpera prima de Oliver Blackburn que además coescribe el guión, algo que también hace en la cinta de género Vinyan. Cuenta con un elenco de jóvenes donde podemos destacar a Jamie Winstone, vista en Dady´s girl o en la serie de zombies Dead set, Julian Morris, Cry wolf, o Tom Burke, Number 13 o Dracula.

Un grupo de amigas, Kim, Lisa y Tammi, viaja a Mallorca a pasar el fin de semana, allí conocerán a tres chicos, Bluey, Josh y Marcus, con los que acabarán aceptando ir a dar una vuelta en “su barco”, son marineros. Allí les espera Sean. Pronto comenzará la fiesta y el consumo de drogas, así acabarán enrollándose con la mala fortuna que al usar el “Donkey punch”, una especie de acto sexual, resulta muerta Lisa. Las decisiones que se irán tomando no serán del agrado de todos y los malentendidos provocarán una masacre en el barco.

Cinta algo inclasificable que parte de una buena premisa, aunque pronto se viene a la mente la genial Calma total, no por las similitudes sino por el agobio en alta mar. De todas formas son muchos los puntos negros de esta producción, unos personajes mal perfilados que dan saltos incomprensibles, e inexplicados, una dirección lenta, poco dinámica y a veces tosca, una fotografía algo lineal y un guión con innumerables defectos e incongruencias. Por ejemplo, por lo bien que saben moverse y encontrar artilugios Tammi y Kim en el barco por momentos, otras veces, inexplicablemente, no tienen ni idea, lo cual desvirtúa la cinta de forma brutal.

Aparte no me gustó la planificación de actores, cometen muchos errores e incongruencias, como ver a los chicos comentar que todo va según los planes en plan slasher, pero vista la cinta ¿que planes? Para luego ir degenerando sus propias personalidades de forma muy poco realista, cosa que pasa con las chicas, con unos comportamientos algo surrealistas.

Tenemos escenas íntegras del todo surrealistas y muy mal estructuradas, por ejemplo Tammi tiene unos cambios extrañísimos de personaldiad. Este es un detalle pésimo para la cinta, sumado a un ritmo cansino y pausado que no hace si no mas que desacelerar, encima, durante el paso de los minutos nos sume en un sopor increíble.

Además las secuencias de muertes son algo burdas y exageradas, en general me parecieron todo situaciones como aisladas y muy exageradas. Aunque hay un detalle que puede ser el responsable de todo esto, pero como el director no juega con el salvo cuando le ha apetecido no lo sabemos. Me refiero a que no sabemos si es el causante de los desbarajustes son las drogas, ya que el único que parece estar drogado es Josh, aunque según la dirección lo parece debido a su “error”, pero es que todos iban de pastillas. Del todo incomprensible y otro punto negro.

Encima el bueno de Oliver Blackburn mete un par de escenas gore como para buscar algún reclamo mas. Escenas interesantes en especial la de Sean, y poco mas. Con un final algo calamitoso que al menos nos indica el final de la pelìcula, que se me hizo muy larga y pesada.

Floja cinta que no podemos ingresar en ningún género directamente y que resulta bastante tediosa ya que cuenta con ritmo y una cantidad de licencias que no ayudan en lo mas mínimo a seguir con entretenimiento su visionado. Además realizar una cinta así contando con pocos decorados, estamos en alta mar, es otro pequeño punto negro, como tantos que tiene la cinta, por el desuso de estos. Quizá un trabajo previo de planificación hubiese ayudado, pero después de vista la decepción es enorme, de hecho es una de las mayores decepciones que me llevo en mucho tiempo.

Óscar Arias