“Otra adaptación adolescente carente de fuerza y con demasiado metraje de mas”
En la última década son diversas las sagas adolescentes literarias, o libros individuales, que han dado su salto a la gran pantalla, como “Harry Potter”, “Los juegos del hambre”, “Crepúsculo”, “Los juegos de Ender”, y demás. Así aparece esta “Divergente”, basada en la primera novela de la trilogía, y best seller, escrita por la joven Verónica Roth, y que ha adaptado el guionista de “Blanca nieves y la leyenda del cazador” Evan Daugherty.
Los derechos de esta nueva franquicia los ha comprado la Summit Entertainment, recientemente comprada por Lionsgate, la misma que tiene los derechos de la saga “Crepúsculo” y que ha visto en esta saga otra oportunidad de hinchar sus arcas.
Para la dirección de este amplio presupuesto, en torno a 85 millones de dólares, se contó con el director Neil Burger, que ya rodase “El ilusionista” en 2006, y con un elenco de jóvenes promesas apoyado en veteranos de renombre. Así tenemos a los jóvenes protagonistas Shailene Woodley y Theo James, al que vimos en “Underworld: El despertar” (2012), acompañados de Jai Courtney, “Yo, Frankenstein” (2014), Zoë Kravitz, si, la hija del famoso cantante a la que vimos en “After earth” en 2013, Miles Teller, o Ansel Elgort, de la reciente “Carrie”, aparte de los veteranos Kate Winslet, siempre recordada por un servidor por su papel en “Quills” en 2000, Ashley Judd, “El coleccionista de amantes” (1997), Ray Stevenson, “Thor” (2011), Tony Goldwyn, “Ghost” (1990), o Mekhi Phifer, “Amanecer de los muertos” (2004).
Lo primero que he de decir es que no he leído ninguna de las novelas, y, lo siento mucho, pero no creo que jamás lo haga. Por lo que valoraré esta cinta como lo que es, una película, más allá de ser una adaptación. Y es que, como siempre digo, una adaptación debe funcionar por sí sola y tratar de agradar a los seguidores de lo que se adapta y a los nuevos espectadores a los que pueda interesar.
Así esta cinta, al menos, cumple como película. Aunque tenga bastantes desbarajustes argumentales y una parte, la de la instrucción, excesivamente alargada, uno de los grandes problemas de este título.
Porque hablar de la trama en sí, y de las facciones y demás, tampoco viene a cuento. Lo que pasa es que lo relativo a los “Divergentes”, que da título a esta cinta, queda muy desvirtuado por diversas malas decisiones de rodaje. Aún me sigo preguntando si el personaje de Cuatro es divergente, ya que juraría que sí, pero no queda en absoluto claro. De hecho estos divergentes aparecen sin más, y desaparecen de la misma manera. ¿En las siguientes entregas se explicará mejor?
Porque el pequeño gran problema de esta cinta es su guión. Un guión que trata de agradar a los seguidores de las novelas y se olvida en realizar una historia empacada. Así en las algo más de dos horas de duración tenemos momentos estirados innecesariamente, y otros finiquitados con demasiada premura. Ya que la historia en sí es muy potable, aunque se note que es parte de una gran saga, y si, quizá demasiado adolescente.
Por otra parte la labor de Neil Burger queda algo en entredicho, no obstante la productora ya se ha ocupado en confirmar que no dirigirá la secuela. Y no es de extrañar. La falta de fuerza y de dirección, en general, es alarmante. Parece que el director no se encontró a gusto con este encargo y no supo sacarle partido ni a la historia, ni al presupuesto, ni al elenco.
Así las diversas interpretaciones están claramente en parámetros muy distintos. Shailene Woodley, la protagonista absoluta, es demasiado fría y cambiante. Por lo que en ningún momento uno se cree su personaje. Ha tenido una gran oportunidad y no le ha sabido sacar el partido adecuado, y Theo James, que, siendo bastante frío, si consigue entrar en lo que su personaje pide, aunque el libreto no le ayude en absoluto.
Curiosamente todo el elenco de secundarios no desentonan con la historia, que no es poco, y anquen haya alguna que otra sobreactuación, como el caso de Miles Teller, Peter en la película, esta parece provocada por la mala dirección.
Algo similar pasa con algunos de los veteranos, la pobre Kate Winslet, actriz descomunal, está del todo desaprovechada, algo que también pasa con Ashley Judd y Tony Goldwyn. Si es que no me extraña que Burger no repita.
Como es de esperar el diseño de producción brilla a gran altura. Me dejó muy sorprendido la sobriedad de muchos de los decorados, especialmente los exteriores, donde se trasmite el cómo es la ciudad, de diez. Aunque la fotografía debió ser mas clara. Todas las partes de interiores son muy oscuras, o contienen colores demasiado irreales.
Otro de los pequeños problemas de esta cinta es la cantidad de metraje que se usa en la parte de la instrucción, y el poco que es usado en otros parámetros igualmente importantes, como la elección de facciones. Escenas que pasan sin más y quedan algo desvirtuadas. Lo mismo que pasa con las explicaciones sobre lo que es ser Divergente. Y es que esta cinta pudo dar mucho más de sí, pero se queda un poco a mitad de camino de ninguna parte.
Algo similar pasa con todo el tramo final. La idea es muy buena, aunque poco original, y se desvanece en un devenir de escenas inconexas y muy forzadas, con un montaje que poco ayuda, por cierto. Vale que estemos ante un producto destinado para el público adolescente, pero estos tampoco son tan tontos o se les puede sorprender con tan poco, el listón está mucho más alto.
No puedo dejar de comentar la parte donde Tris tiene que realizar la prueba final. Otra escena que pudo haber sido soberbia y que pasa sin mayor pena ni gloria. Y es que este es el gran lastre de esta cinta, el tenerlo tan cerca y no saber usarlo correctamente. De todos modos están por llegar tres entregas más de esta trilogía literaria, la última parte se dividirá en dos largometrajes. Solo espero que la historia esté más empacada y que no se malgaste metraje en redundar algo que en menos tiempo el espectador entiende a la perfección. Eso sí, es de agradecer que la película esté totalmente cerrada y no tenga el clásico final sin cerrar y que te deja con cara de tonto.