Crítica- Días de horror y muerte (1986)

“Película bastante floja con una historia que es más interesante que la propia película”

Fred Olan Ray compró los derechos de esta cinta en 1986, grabó unos planos con John Carradine y le vendió la cinta a la Troma con el nombre de Demented death farm massacre, que es la versión que se dobló aquí. Pero la cinta originalmente se rodó en 1972 con el título de Honey Britches siendo su director Donn Davison, quién había rodado los insertos de She freak para la versión posterior Asylum of the insane y la cinta McCullough´s mountain.

Evidentemente el gran reclamo de Olan Ray es Carradine, ya que los actores de la película son bastante desconocidos y solo algunos han rodado más películas. Algunas de género, tenemos a George Ellis, The legend of demon hunter o McCullough´s mountain y a Jim Peck que trabajó en Cementerio de animales 2.

La sinopsis es acertada pero excesivamente escueta. Cuando Harlan regresa a casa y ve a los hombres querrá echarlos pero al ver a las mujeres cambiará de idea, y eso que es un seguidor de Dios. Pero Mary Sue comenzará a entablar relaciones con los ladrones que la prometerán una vida mejor, será entonces cuando Harlan tenga que acabar con ellos, aunque sea por error y casi para defenderse. Lo que pasa es que como bien dice el Juez del infierno, a cada uno le llega su turno.

Cutrísima cinta setentera con toques a lo Gordon Lewis pero sin gore, ni comedia, ni nudie, ni nada, vamos un despropósito tras otro. Se nota que la producción es muy escasa pero es que la dirección es bastante calamitosa, muy de estar por casa. Se abusa del día para la grabación, siendo demasiadas veces realizada con cámara en mano y en demasiados momentos sin ajustar, además de tener un guión bastante común y muy mal tratado, quizá el libreto tuviese algo de interés pero está claro que no llegó a las pantallas.

Como manda la tradición de este tipo de cintas de la américa profunda veremos a las mujeres en trajes de baño de la época, para mostrar bien sus “dotes”, no llega a tener momentos nudie, solo ramalazos, pero si recuerda y mucho a algunos momentos de pin ups en cintas de género de la época.

Como es de esperar las actuaciones son bastante flojas, quizá George Ellis destaque aunque su actuación sea algo sobreactuada. Decir aparte que a Carradine se le notan los años pero es de elogiar esa predisposición a seguir dejándonos un legado espectacular.

Tenemos un par de momentos gore, nada más, donde destaca el asesinato de Mary Sue, que curiosamente tiene bastante mala leche, si hubiesen seguido por esos lares tendríamos otro resultado, una pena. La parte final es algo cochambrosa y sin ningún tipo de fuerza, me esperaba bastante más. Lo que no entiendo es porque decidiría Olan Ray comprar esta cinta y meter a Carradine y mucho menos que la Troma se la comprase. A si, ¡¡Que esto es cine independiente!!

Película bastante floja con una historia que es más interesante que la propia película, y eso que no es nada del otro mundo. Además de ser una de las últimas cintas de un actor de culto, John Carradine. Esta cinta solo puede interesar a seguidores del independiente setentero o de la américa profunda, cuyo máximo exponente fué Gordon Lewis. Pero esta se queda a millas de distancia, quizá algo de nudie o gore hubieran salvado la producción, cosa que no sucede.

Óscar Arias