Crítica- Diabólica malicia (1972)

“Otro terror psicológico con niño de por medio que pudo dar bastante más de sí “

Andrea Bianchi es un director bastante conocido dentro del género gracias a títulos como Malabimba, 1979, Desnuda ante el asesino, 1975 o La noche del terror, 1980. Pero tenemos que recordar por siempre su debut junto al guionista James Kelley, quién ya realizó Las perversas solteronas en 1970, y a quién habitualmente se desliga de este proyecto, de forma totalmente errónea. Ya que si bien fue Bianchi el mas involucrado en el proyecto no hay que desmerecer a Kelley, quien, de forma sorprendente, no participa en el guión, este guión que nos adentra en el mundo perverso de un niño y su madrastra, estando ambos papeles interpretados por actores de renombre. Así el niño es Mark Lester, niño prodigio de la época al que hemos podido ver en Sudden terror, 1970, o ¿Quien mató a tía Roo?, 1971, y la madrastra es la bella Britt Ekland, a la que hemos visto en El hombre de mimbre, 1973, Refugio macabro, 1972, o en Beverly Hills vamps, 1988. Además tenemos que destacar las presencias de Hardy Krüger, que participó en Terror en la abadía, 1969, y de Lilli Palmer, recordada por su interpretación en La residencia, 1969.

Elisa llega a la casa de campo de su reciente marido Paul, allí se encontrará con su hijo pequeño, Marcus, quien demuestra una maldad brutal que oculta a su padre. Pero después de ser expulsado del colegio Elisa comienza a tener la sensación de que Marcus asesinó a su madre, pero Paul no la hace caso y la dará por loca, de hecho solamente ella sabe la verdad, sabe que es la siguiente víctima de Marcus.

Estamos ante un terror psicológico que estuvo mucho tiempo censurado resultando esta censura la responsable del poco seguimiento que tuvo este producto. Viendo las versiones española y la Uncut la trama cambia drásticamente y todas las dudas y lo que el espectador daba como licencias se aclara, dejándo así un título muy superior al que se pudo disfrutar en su día, ya pasados mas de treinta años. Y es que hasta nuestros días y el gran invento del DVD e Internet no se ha podido ver esta cinta en su versión Uncut, donde podemos, por fin, disfrutar de la escena más aclamada de esta cinta, que es ni más ni menos un desnudo integral por parte de Britt Ekland delante del niño Marcus, lo cual suscitó no pocas críticas y cierta fama gracias a los fanzines y revistas de género.

Porque estamos ante un título que se centraba en la moda de la época, el terror psicológico, que además decide introducir a un niño como elemento malvado. Algo que estaba igualmente en boga, con títulos como El otro, 1972, lo cual, a priori, nos hace tener muchas esperanzas sobre este título, pero hay un elemento que es como una losa para esta cinta, su ritmo tan desigual.

Cuando creemos que el ritmo aumentará nos vemos envueltos en un ritmo pausado y hasta apagado, para pasar por las escenas mas importantes casi de puntillas, salvo la mencionada del desnudo integral donde vemos como Bianchi y Kelly se explayan de forma casi magistral. Al igual que la referente a la psicóloga, de hecho si hubiesen tenido este estilo y tempo cinematográfico durante todo el metraje posiblemente estaríamos ante una de las mas gratas sorpresas de inicios de los setenta.

Porque el guión y perfiles son muy acertados. Britt Ekland realiza una interpretación soberbia, y nos regala diversos desnudos, creando cierta empatía en el espectador, la cual resulta muy apropiada para con el film. El pequeño Mark Lester está muy desigual, muy sobre actuado y muy poco dirigido, da la sensación que le dieron las pautas de su personajes sin más, dejándolo solo con el mismo, y claro, el pobre muchacho no consiguió plasmar toda la maldad que debería. Su personaje es como una especie de enfermo sexual.

Por otra parte Hardy Krüger está del todo desaparecido y su personaje no sirve para casi nada, eso que es el padre de este crío tan malvado. Al menos la aparición de Lili Palmer despierta al espectador y nos deja una de las mejores secuencias de todo el largo, como comentaba anteriormente.

De hecho después de esta gran secuencia los saltos temporales y de continuidad de la cinta la hacen decaer en el montón, porque después de haber mantenido un ritmo lento la velocidad con la que se finiquita la trama es apabullante. De hecho las ultimas secuencias, llenas de fuerza, no conjugan correctamente con el resto del metraje, y eso que son, en cierto modo, muy superiores. Además el final nos deparará un par de sorpresas muy acertadas, lástima que no las aprovechasen de manera mas potente.

Otro terror psicológico con niño de por medio que pudo dar bastante más de sí y que es más recordado por una escena de destape que por otra cosa, escena esta que estuvo durante años censurada en nuestro país, España, bueno de hecho aún no hay edición uncut de este título. De todas formas para ser el debut de Bianchi hay que aplaudirle las ideas e intenciones que muestra, de hecho para ser un debut estamos ante un gran trabajo de este interesante director italiano que con el paso del tiempo se ganaría un lugar privilegiado dentro del cine de género.

Óscar Arias