Crítica- Cure (1997)

“Extraño thriller con elementos terroríficos”

Uno de los terrores mas aclamados del prolífico director japonés Kiyoshi Kurosawa, junto a Kairo, el cual también se encarga del guión, algo que hace habitualmente. Cuenta con un elenco habitual en sus trabajos, encabezado por Kôji Yakusho, Doppelganger o Retribution, Masato Hagiwara, Chaos, y Tsuyoshi Ujiki, Full metal Yakuza. Además nos encontramos con Anna Nakagawa, Godzilla vs King Ghidorah, Yoriko Douguchi, Microdroid, Yukijirô Hotaru, Stacy: Attack of the schoolgirl zombies, Denden, de la saga Ju- on, o Ren Ôsugi, Audition.

El detective Kenichi Takabe investiga una extraña ola de crímenes que solo tienen en común una X grabada en las víctimas con algo afilado. Junto a su amigo y médico Makoto Sakuma investigará unos casos de hipnosis, lo cual les llevará a Kunio Mamiya, un extraño muchacho que sufre amnesia, o eso parece, que se dedica a hipnotizar a gente corriente para que realice brutales crímenes, y así cure sus almas, además la mujer de Kenichi Takabe sufre amnesia también, lo cual hará el caso todavía mas complicado para este.

Extraño thriller con elementos terroríficos, no demasiados, y alguna pincelada gore, pocas y desangeladas. Kiyoshi Kurosawa es fiel a su estilo, planos largos, fotografía cuidada y muy realista, y unos diálogos muy cuidados, aunque a mi me resultan, en muchas ocasiones, algo tediosos por el ritmo pausado que impregnan los actores. Es mas, en los momentos donde estos dinamizan los diálogos no se consigue crear esa diferencia que remarque dichas secuencias, por lo que todo el metraje me resultó muy lineal y bastante denso en diversas partes del metraje. Aunque gracias a la historia, que resulta bastante interesante, y a un gran trabajo del elenco la cinta se aguanta mucho mejor.

Realmente el trabajo del elenco, especialmente el de unos geniales Kôji Yakusho y Tsuyoshi Ujiki, es formidable, y dan un empaque extra a la cinta, pero alejado del ritmo lento, y a veces cansino, de la propia cinta. Es curioso pero todas las secuencias tienen un ritmo lento y denso, es mas, hay algunos diálogos que se hacen algo eternos. Me gusta bastante mas cuando Kiyoshi Kurosawa decide crear diálogos mas dinámicos gestualmente, como el de Kenichi y Makoto en el primer interrogatorio. Hay momentos donde se nota a los actores algo forzados por tratar de mantener este ritmo.

Me sorprendió bastante la aparición de gore en la cinta, que me recordó en detalles a Seven, lo malo es que está bastante mal tratado y no queda demasiado bien conjuntado con la película. No solo porque la sobriedad del propio film no necesitase del elemento rojo, sino que está tratado de forma muy diferente al resto de las secuencias, parecen sacadas de un thriller policíaco norteamericano mas. Eso que siempre agradezco esas secuencias como buen goremaniaco, pero no llegaron a decirme nada interesante, ni vi que ayudase al devenir de la propia película.

Además toda la parte final es algo confusa y caótica, el elemento de la Cura no se trata directamente y esto crea confusiones varias, algo normal. Me hace mucha gracia que los defensores de esta cinta digan que hay que verla en varias ocasiones para entenderla y disfrutarla, algo que me resulta muy gracioso, ya que si una cinta no convence en una primera ocasión, ¿Porqué debería darle otra oportunidad?, ¿Es que el director o dichos fans son mas listos que yo?

Este tipo de comentarios me resultan absurdos y fuera de lugar, encima, y como bien dice el propio Kiyoshi Kurosawa, el final no es tan confuso, lo malo del mismo es que al estar con un ritmo tan lento, y a veces tedioso, pues puede que al espectador se les escapen algunos detalles.

Donde ademas el propio Kiyoshi Kurosawa se encarga de mostrarlo levemente, para no desvelar los misterios de golpe, pero queda bastante claro todo. Eso sí, para ver este tipo de películas lentas y con ritmo pesado hay que estar concienciado y avisado, personalmente no sabía que era de este tipo.

Uno de los grandes thrillers terroríficos orientales de finales del s.XX, tuvo muy buena acogida en el mercado internacional en su día y goza de buena fama y críticas, aunque a mi me resultó un producto excesivamente lento y demasiado largo, llega casi a las dos horas. Quizá si la cinta tuviese media hora menos ganaría enteros, la idea es muy buena, al igual que el trabajo de los actores, pero los diálogos lentos durante todo el metraje llegan a saturarme y cansarme. Aunque reconozco que es una cinta interesante, sobretodo para aquellos que gusten de planos trabajados y ritmos lentos.

Óscar Arias