Crítica- Colegialas violadas (1981)

“Uno de los mejores trabajos de Franco”

Tardío giallo con elementos del reciente slasher norteamericano dirigido por el prolífico Jess Franco, el cual realiza su habitual cameo, en esta ocasión como Doctor. Con producción alemana, como tantísimos de sus trabajos, pero siendo dirigido especialmente al mercado anglosajón. Con un elenco internacional encabezado por Olivia Pascal, la cual rodó cintas eróticas o de crimen, aunque la gran mayoría del mismo es novel y no se le volvería a ver. Además no tienen trabajos reseñables dentro del género y sus carreras actorales fueron o nulas o bien escuetas, de hecho solo podemos destacar a la mexicana María Rubio, vista en Venganza diabólica.

Un grupo de chicas alemanas viajan a Alicante a aprender inglés, pero en la academia hubo un asesinato cinco años atrás y su autor, Miguel, acaba de salir del manicomio. Pronto vuelven a sucederse nuevos asesinatos que solo ve Ángela ya que el asesino esconde los cuerpos, todas las sospechas recaerán sobre Miguel, pero la herencia de su tía llama a muchos otros personajes, mientras las chicas siguen muriendo de formas brutales.

Tardío giallo rodado por el Tio Jess con altas dosis de gore, macarrismo y suciedad. Llama mucho la atención que al tener en el elenco múltiples actrices no haya la clásica escena lésbica que tanto gustaba de rodar al bueno de Franco. Además sorprende el interesante guión y las buenas formas en la dirección, siendo así uno de los mejores trabajos de toda la carrera de Jess Franco.

Algo a tener en cuenta ya que si bien ha rodado innumerables explotaciones y basurillas hay que reconocer que tiene grandes títulos. Lo raro es que cuando se citan estos grandes trabajos del tío Jess nunca aparece este Colegialas violadas. Menudo título este de la edición española, la traducción correcta aproximada sería “La sierra de la muerte”, pero ya se sabe que hay que vender, y un título como el que tiene llama mucho la atención.

Quizá el papel de Ángela, interpretado de forma correcta por Olivia Pascal, me desquició un poco, creo que está bastante exagerado y la cantidad de licencias que contiene su perfil llegan a saturarme. Aunque no dejo de reconocer que ayudan a la creación de tensión. De todas formas las actuaciones son normalitas, nada reseñables, solo destacaría a Alexander Waechter que consigue transmitir un estado entre la locura y el desconcierto, muy interesante. Lástima que no tuviese algo mas de peso, por ejemplo, el tema del incesto queda visto muy de refilón, cuando podría haber sido algo mas remarcado. El personaje de su hermana Manuela, interpretado fríamente por Nadja Gerganoff, resulta algo pobre teniendo en cuenta el peso que tiene en la trama, además que sus formas del final son algo extrañas.

Es curioso ver lo cercano que se encuentra este giallo a los esquemas del reciente, en su época, slasher, de hecho en muchos lugares se la cataloga, erróneamente, como slasher. Pero para hacernos una idea, tenemos asesino misterioso con guantes negros, nunca se le ve el rostro, aparece un gato negro, y hasta el final no se desvelará el misterio, lo que pasa es que como se presupone que el asesino es otra persona es ahí donde reside el error de catalogar a esta producción como slasher.

Reseñar igualmente que las muertes son bastante violentas y, en algunos casos, excesivamente brutales. La decapitación es soberbia, algo cutre sí, pero del todo efectiva y fascinante, y que decir de la brutal secuencia del niño. Muy pocas veces se ha visto algo igual, es simplemente formidable y demostrando, una vez mas, que el Tio Jess no temía a nada.

La parte final es bastante correcta, quizá los actores impidan que sea superior, pero en líneas generales nos deja altamente satisfechos y con una frase en la mente, “Luego dirán que Jess Franco no sabía dirigir buenas películas, pues que se vean esta”.

Uno de los mejores trabajos de Franco, en esta ocasión se desprende bastante del erotismo tan allegado a el y nos muestra un giallo bastante interesante. Quizá esté rodado bastante tarde, principios de los ochenta, pero las calidades y técnicas son correctas, quizá la banda sonora flojee, y si a esto le sumamos la suciedad que tiene impregnada la cinta, nos deja un producto recomendable y que no tiene nada que envidiar a otros giallos o pseudo slashers de la época. En definitiva, un título a reivindicar.

Óscar Arias