Crítica- Cold prey (2006)

“Slasher noruego que es algo flojo”

Ópera prima de Roar Uthang que además coescribe el guión, en estos momentos está inmerso en la producción de la secuela debido a las buenas críticas que obtuvo con esta, especialmente por la poca tradición del cine noruego de género. Cuenta con un elenco joven y habitual del cine noruego mas moderno, donde priman las comedias y dramas, dentro del género solo se puede comentar que varios de ellos, y aunque hayan muerto en esta entrega, aparecen en la esperada secuela.

Un grupo de amigos van a las montañas de Noruega ha practicar snowboard pero Morten Tobias sufre un accidente y se rompe el tobillo. El grupo consigue llegar a un hotel abandonado en medio de la nada y decidirán hacer noche. Pero de repente comienzan a sucederse desapariciones de los muchachos y la aparición de un hombre bastante grande que quiere acabar con ellos, que al parecer lleva haciéndolo durante años, convertirá el fin de semana en una pesadilla. Jannicke luchará contra el asesino hasta descubrir quién es.

Flojo slasher que está teniendo buena aceptación debido a su procedencia, Noruega, y aunque es cierto que es de alabar ya que la tradición terrorífica de ese país es muy escasa hay que reconocer que es un producto del montón.

Cuenta con un guión sobadísimo y nada original, no obstante hubo hasta cinco personas involucradas en el mismo, lo cual nunca ayuda. Además de tener una dirección con demasiados altibajos y un metraje excesivo para lo que se nos muestra, eso que la cinta ronda los 90 minutos.

Pero se hace algo pesada ya que no tiene casi dinamismo y hay secuencias muy duras, me refiero a que les cuesta arrancar y colocarse dentro de la propia cinta, una lástima.

Los personajes y actuaciones son normalitas, nada reseñable, quizá se eche mucho de menos mayor protagonismo del asesino, al que vemos en contadas ocasiones y al que se trata de forma muy vulgar y tòpica. Al igual que la heroína, Ingrid Bolsø Berdal, que me resultó un personaje estereotipado y sobreactuado, es mas creo que del elenco solo salvaría a Rolf Kristian Larsen que al menos cumple con su personaje herido.

Aparte tenemos escenas y trucos por parte de Roar Uthang bastante zafios. Clama al cielo el del bote de tomate, simplemente pésimo y eso que con algo de dinamismo en el rodaje y el montaje de esa escena la podría haber salvado, como la gran mayoría. Pero es que la fuerza del rodaje es ínfima, y aunque el paisaje sea asombroso, las cosas como son, hay que saber encauzar un rodaje y no dejarse llevar por el tratar de crear escenas tensas sin tener claro que se quiere.

Encima el gore se deja desear demasiado, no es nada salvaje y tampoco original lo cual es algo negativo para cualquier slasher moderno ya que los niveles que se están alcanzando son muy altos.

Para colmo el final es muy clásico y la falta de fuerza lo hace bastante pesado, además de no tener relación aparente con diversos elementos del resto de la cinta. Un poco calamitoso.

Slasher noruego que es algo flojo pero al que las buenas críticas le han servido para realizar una secuela que estrenarán en breve. No se como la encauzarán, solo pido que haya menos guionistas, mas dinamismo en la grabación, mas gore y que no sea tan deudora de los slashers clásicos modernos ya que no la van a ayudar en nada. Aunque como parece que al tener esa nacionalidad tiene puntos ganados ya se verán los resultados. A mi me ha resultado una producción menor a la que le han dado demasiado bombo.

Óscar Arias