Crítica- Cannibal hookers (1987)

“Otra “joyita” de Donald Farmer”

Segundo largometraje de otro de los nombres propios del Trash USA de los ochenta, Donald Farmer, íntimo amigo de Ted V. Mikels, de hecho este título está rodado en la mansión de este. Recordemos otros títulos del bueno de Farmer, Demon queen, 1986, Vampire cop, 1990, la saga Red lip, o An erotic vampire in Paris, 2002. Con un elenco formado con pretendientes a actores, lamentablemente para la mayoría del elenco sería su única incursión en el mundo cinematográfico, aunque unos pocos si consiguieron destacar. Así vemos a un joven Matthew Borlenghi, que participó en Pesadilla en Elm street 5, 1989, y que actualmente aparece en diversas series de televisión, a Gary J. Levinson, [Evil Spawn, 1987], Drew Godderis, [Fonda sangrienta, 1987], o Katina Garner, [Halloween night, 1988].

Hilary y su amiga Stephanie quieren formar parte de la Fraternidad Zama Gata Bata, para ello Carmilla, la líder, las hace vestirse de prostitutas para que traigan a hombres a su mansión, lo que Hilary no sabe es que en realidad son un culto caníbal. Pero Bruce, novio de Hilary, la descubre y va con sus amigos a la mansión, donde desaparecerán, así solo un Detective será quién investigue el caso y presione a Carmilla y su brutal siervo Lobo.

Otro producto Trash de Donald Farmer, que realiza cine con cuatro duros, y calidades técnicas casi inexistentes, actores noveles a los que dice que da una oportunidad, y unos guiones que son para leerlos. Al menos realiza trabajos honrados y de escasa duración, como manda la tradición Underground.

Esta dura 65 minutos, pero si tenemos en cuenta que una secuencia entera está repetida en el final de la cinta debido a un fallo garrafal de montaje vemos que la cinta no llega casi ni a la hora. Con cambios de guión, saltos temporales, destapes y algo de gore, aunque lamentablemente menos del que presuponemos debido al genial título.

Porque esto es cine Underground, sin mas, no hay que buscar nada externo ya que no lo hay. Son secuencias unificadas que tratan de seguir unas pautas, porque el bueno de Farmer no es que sea buen director, aunque me gustan bastante sus trabajos no puedo dejar de reconocer sus bajas calidades técnicas.

Las actuaciones son flojas, obviamente los actores, o proyectos de, se veían con un guión simple sin nadie que se lo explicase. !Vemos planos donde las propias actrices se estorban¡ jajaja Todo lo que se puede ver en este tipo de productos no deja de sorprendernos.

La cinta comienza con algo de gore, canibalismo, y el ataque de la primera prostituta a su cliente, al cual le come un dedo, pero, lamentablemente, durante el resto del metraje no hay mucho mas gore. Un par de secuencias y poco mas, encima poco o nada gráficas, dejándonos algo alicaídos. Algo que pasa con la propia historia que sostiene, supuestamente, la cinta, ya que Hilary será convertida, si, de repente hay conversiones masculinas y femeninas, la veremos atacar a Bruce y ya nunca mas se sabrá nada de ellos, ¿quizá una secuela?

Porque la parte final es muy sorprendente y está filmada de forma realmente rápida, no creo que les llevase ni un solo día, con una mañana la finiquitarían, encima de repetirla en el montaje final como ya comenté. Con “tres actores” Donald Farmer demuestra lo que el es como director, si este momento os convence y no os cuesta “aguantar” este tipo de productos podréis disfrutarlos, como yo hago.

Otra “joyita” de Donald Farmer, director que merece algo mas de reconocimiento ya que no está muy alejado de los grandes conocidos del Trash USA, véase Al Adamson, Ted V. Mikels, o Andy Milligan. Quizá Farmer está mas cerca de Mikels, lástima que su cine sea siempre tan oscuro, ¿porque obviará de tal forma la iluminación?, además no hay que olvidar que muchas Screem Queens ochenteras trabajaron a sus ordenes. Aparte he de apuntar que su título NO es I will dance on your grave; Cannibal hookers, como he leído en innumerables sitios, I will dance on your grave es el título de una colección de cine Trash y Underground yankee, manda narices.

Óscar Arias