Que gracioso resulta descubrir los inicios de algunos directores con cierta fama en la actualidad, así el conocido Ivan Reitman, responsable de la saga de Los cazafantamas, y realizador de innumerables comedias, tipo Evolution, 2001, o Junior, 1994, nos legó como su segundo largo una explotación gore con todo un Gordon Lewis como clara referencia. Así decide rodar una de mujeres caníbales con un título muy directo y usando un pequeño engaño, antes de cada escena gore suena una campana para avisar, recordemos que en los setenta se usaron diversas trampas para atemorizar al espectador, y desde luego esta fue una de las más simpáticas.
Por otra parte, y aun siendo un bajo presupuesto de la sempiterna AIP, también nos encontramos a todo un Eugene Levy como protagonista, es un habitual de la comedia norteamericana, que debutaría junto a Reitman en sus dos primeros largos, que comparte protagonismo junto a Andrea Martin, a la que veríamos el año siguiente en al genial Black Christmas, ya que del resto del elenco poco más se sabe, solo apuntar que “la caníbal” Randall Carpenter trabajaría como dobladora de dibujos animados.
Clifford y Gloria están de viaje cuando se les estropea el coche y acaban llegando al pequeño pueblo de Farnhamville, entonces tratan de alojarse en una posada donde la dueña les cuenta la historia de las “Mujeres caníbales” y su sirviente Bunker, una vieja historia del pueblo, además les acabará alojando en la antigua casa de estas, allí conocerán al Reverendo Alex St. John, líder del clan caníbal del pueblo, y allí nuestros jóvenes protagonista comenzarán a vivir una experiencia aterradora.
A principios de los setenta no fueron pocos los títulos que usaron el gore como gran reclamo, todos viendo la luz a colación del cierto éxito del Gordon Lewis, así Reitman con un guión simple y algo licencioso, crea una película de culto en ciertos sectores gracias a un genial título, al destape que se nos muestra, y a algunas escenas gore que son a día de hoy míticas. Eso que el gore no llega a ser gráfico en ningún momento. Pero aún así tenemos momentos realmente potentes, especialmente las comidas de nuestras amigas caníbales.
Porque la película como tal es simplona. Sus calidades no son excesivamente destacables y ni la dirección ni el elenco hacen nada por mejorar este producto, pero aún así ha conseguido una cierta fama, quizá mezcla de la fama posterior de su director, del asunto de las campanillas, el canibalismo y el destape que se nos muestra, que no es poca cosa.
Me resultó muy graciosa la interpretación de Eugene Levy, tirando a la comedia. Este título trata de introducir elementos cómicos aunque resulten algo bobalicones, eso que es una especie de músico de rock que nos “deleitará” con un par de temas que es mejor escuchar. Hasta mira de forma recriminatoria a su pareja cuando esta canta junto a él, increíble. Al igual que la interpretación de su compañera Andrea Martin, que es muy simplona y muy poco creíble.
Pero no podemos, ni debemos, olvidarnos de nuestro reverendo, una especie de mezcla de Ze do Caixo, y Montag de The wizard of gore, 1970. Interpretado de forma muy solvente por Ronald Ulrich, y del trió caníbal femenino. El cual se nos mostrará desnudo, asesinando y alimentándose de forma voraz, lo que provocó que no pocos cataloguen a estas caníbales como zombies. Aunque realmente son una especie de demonios o seres sobrenaturales que han vuelto a la vida y que se alimenta de carne humana. Aunque realmente la línea que las separa del cine zombie es muy estrecha y ha dado pie a no pocas discusiones, pero un servidor no las cataloga como tal ya que realmente no es que hayan muerto, sino que se alimentan para mantenerse con vida.
Sorprendentemente el gore es menos gráfico de lo esperado, y aunque el detalle de la campana es genial luego nos quedamos con ganas de algo mas. Porque si bien es cierto que el gore no se muestra, lo que se insinúa es muy potente. Así nos deja una buena sensación sangrienta, aunque es del todo falsa. Eso que veremos a nuestras caníbales dar hachazos, cuchilladas, realizar castraciones, o pelearse por comida, otra genial secuencia, entre otras delicatessen.
Además la idea de mostrar una carnicería “especial”, que recuerda inevitablemente al carnicero de Dusseldorf, es otro gran acierto. Lástima que el pueblo no tenga algo más de protagonismo y nos centremos durante demasiado metraje en la cena del Reverendo y los jóvenes. La cual si bien tiene cierta fuerza no es suficiente como para sustentar toda la trama terrorífica de la cinta.
Y como no, el final es el que todos nos esperamos y que sería copiado por títulos posteriores hasta la extenuación, especialmente en las series de Tv, con sorpresas y un final que nos evoca directamente al comienzo de la película.
Por lo que estamos ante una explotación gore mítica de principios de los setenta donde veremos una trío de mujeres caníbales que nos mostrarán todos sus encantos y sus formas de acabar con sus “alimentos”. Lástima que no sea algo más gráfica, aunque lo que se insinué sea muy potente. Así no es de extrañar que sea considerada una Cult movie en diversos sectores. Además todas las explotaciones gore de la época tienen un estilo muy similar y rara vez decepcionan, eso sí, a la gente que no le guste este tipo de cine que huya de el cómo de la peste, pero a un servidor le encanta, que se le va ha hacer… Y en España tuvo distribución bajo el título de “Mujeres caníbales”, el cual le viene al pelo.
La Mansion del Terror - 7
7
Género; Canibalismo - Maldición - Comedia