Crítica- Campamento sangriento 3 (1989)

“Tercera entrega con mas comedia y mas floja que sus antecesoras”

Las correrías de Angela llegaron a su fin con esta tercera entrega nuevamente dirigida por Michael A. Simpson, recordemos que ya dirigió la segunda parte, titulada en España Campamento sangriento, 1987, y producida por el mismo equipo de las dos anteriores. Vuelven a contar con guión de Fritz Gordon, aunque en esta ocasión con mas elementos cómicos si cabe.

A su vez Angela vuelve a estar interpretada por Pamela Springsteen, la hermana del cantante Bruce Springsteen, que en esta ocasión esta acompañada del conocido cómico Michael J. Pollard, al que dentro del género hemos visto en Domingo sangriento, 1974, o Escóndete y tiembla, 1988, y el sempiterno grupo de jóvenes promesas, típico del slasher de la época. Podemos destacar a Tracy Griffith, [La noche del diablo, 1990], o Mark Oliver, que últimamente está apareciendo de secundario en diversos producciones, como Dance of the dead, 2008, o The Crazies, 2010, el resto ha pasado sin pena ni gloria por el cine de género.

Angela acaba con una monitora de un campamento y se hace pasar por ella, una vez allí comenzará su espiral de asesinatos, a cada cual mas cruento. Solo Marcia y Tony parecen estar dispuestos a acabar con ella, aunque Angela tiene muy claro como conseguir acabar con todos los futuros monitores y sus profesores.

A priori puede parecer una secuela innecesaria, pero siempre es agradable seguir viendo entregas de slashers ochenteros ¿no? Aunque lamentablemente en esta ocasión se opte por mostrar excesivos puntos cómicos en detrimento de los homenajes al género que vimos en la, muy superior, entrega anterior. Esta no deja de ser una película mas de Slash & cut, con falta de ritmo, planos insustanciales, calidades técnicas cutronas, un guión muy flojo, y demasiados elementos de las recientes, en su época Sitcom, comedias de situación que plagaban la televisión o las salas comerciales. Con una grandísima cantidad de nerds, algo que tuvo gran aceptación pero que el paso del tiempo ha acabado por poner en su lugar, un lugar, quizá, demasiado oscuro.

Luego decimos que las continuaciones siempre son malas, pero es que viendo esta, por ejemplo, debemos afirmarlo. No porque sea mala película, que también lo es, sino porque pierde todo lo conseguido en las entregas anteriores. Pasando de una película terrorífica y con bastante suspense en la primera entrega, a una comedieta muy entretenida y con innumerables homenajes al género en la segunda, a una comedia burda y sin fuerza en esta tercera, y ultima hasta principios del s. XXI, entrega. Hasta los asesinatos son mas suaves, es cierto que Angela es muy sádica, cada vez mas, pero en esta ocasión el gore se oculta, no se muy bien porqué, en favor de elementos cómicos y algunos destapes, faltaría menos. Además la mayoría de muertes se muestran excesivamente oscuras.

De todas formas vemos muchas, pero es que la segunda parte dejó el listón muy alto en este aspecto. Aquí disfrutaremos con decapitamientos, atropellos, enterramientos en vida, descuartizamientos, y alguna que otra lindeza mas. Lo malo, y me repito, es que Michael A. Simpson se centra mas en lo cómico que en lo gore o violento y deja totalmente de lado la mala leche de la anterior y sus geniales homenajes.

Lo que si sorprende es el final, cogido por pinzas diminutas y que daría pie a una continuación, que, como ya comenté, no vería la luz hasta mas de diez años después. Lo que si resulta curioso es que se hiciese un documental, que tiene bastante fama, sobre el Making of de esta trilogía. El universo del cine de género es realmente curioso.

La saga Campamento de verano, 1983, cerró su andadura en la década de los ochenta con su entrega mas floja, plagada de comedia burda y con menos mala leche. Y aunque contiene bastantes muertes diseminadas por el metraje el ritmo es tan soso que no acaba por despertar al espectador, aunque en una reunión entre amigos y cervezas puede llegar a ser un producto divertido. De todas formas nos lega un killer femenino que no tiene nada que envidiar a otros killers de slasher de los ochenta, no de primer nivel pero si cercano. Para completistas de los slasher ochenteros o de la saga Sleepaway camp.

Óscar Arias