Crítica- Caltiki, el monstruo inmortal (1959)

Una de las películas clave del terror italiano, dirigido entre dos de los mas reconocidos y reputados directores transalpinos, Ricardo Freda y Mario Bava. Ya que aunque la cinta esté acreditada a Freda, Bava, que es el director de fotografía, la acabó al abandonar el rodaje Freda. Mucho se ha escrito al respecto aunque desconozco la razón de Freda para abandonar.

El elenco no es conocido en demasía, está encabezado por John Merivale, Circus of horror, o House of mistery, del resto podemos destacar a Didi Perego, The exorcist: Italian style, Daniele Vargas, El ojo en la oscuridad, o Giacomo Rossi Stuart, La noche que Evelyn salió de la tumba.

En unas ruinas mayas se despierta el monstruo Caltiki, el cual ya había atacado a otros excavadores, pero esta vez el Dr. John Fielding cree haberlo destrozado, lo malo es que ha atacado a Max, el cual comienza a cambiar y tener deseos de sangre, al mismo tiempo un resto del monstruo recobra la vida y siembra el caos por donde pasa, el Dr. John Fielding tendrá que buscar un medio para destruirlo. 

Partiendo de las bases norteamericanas de la sci- fi de los 50, especialmente de las cintas de monstruos deformes, mostrando incapié en las historias de The blob o ambas entregas de Quatermass, tenemos esta cinta de Freda. Lo que ocurre es que este, apoyado por una gran fotografía que crea grandes atmósferas, crea algo personal, una especie de híbrido entre esa sci-fi de USA y el terror italiano que estos dos realizadores crearían. Es decir, estamos ante una cinta crucial dentro del cine de género. Y si bien no es un título redondo, si muestra ya los grandes detalles del terror transalpino. Y aunque tanto Freda como Bava dirigieron, toda la cinta guarda un ritmo consistente y una atmósfera que va in crescendo durante todo el metraje, algo ciertamente de agradecer.

Las actuaciones, quizá, son algo menores. John Merivale trata de interpretar al típico guapo y “heroe” de turno de cualquier cinta de Sci-fi, resultando algo cutre. Por otra parte, su compañera Didi Perego tampoco resalta, de hecho solo podríamos destacar a Gérard Herter, aunque tenga momentos algo sobreactuados e histriónicos, y a Daniela Rocca, que me resultó la mejor interpretación.

El monstruo se enseña en diversas ocasiones, y gracias a una buena fotografía se puede disfrutar aún notando y sabiendo que es muy cutre. Parece un hombre o quizá dos tapados por una sábana atrezada, aunque cumple su función de asustar. Imagino que en su época sería bastante terrorífica, aunque a día de hoy sea mas risible. Pero, sorprendentemente, esta criatura ataca de forma brutal a los humanos y les chupa su fuerza, dejando a los estos del todo chupados, casi en huesos, como vimos en la posterior Lifeforce. Y es que no son pocas las cintas influenciadas por este mítico título. De hecho cuando vi las escenas de los humanos calcinados me sorprendió, ya que en su época tubo que ser ciertamente brutal. Los italianos siempre fueron muy valientes dentro del cine de género.

La parte final es algo clásica, intensa y contundente. Quién haya visto mas cine de este estilo y época sabrá a que me refiero. Porque esta es mas de lo mismo y cumpliendo, que no es mala cosa.

En definitiva, una joyita de culto que hizo mucho por el terror y la Sci-fi europea. Y uno de los primerizos terrores de Ricardo Freda, el cual fué sustituido por Mario Bava, y solo por leer estos dos nombres ya sabemos, o intuimos, que estamos ante un gran producto, y de hecho no nos equivocamos. Es una cinta de visión obligada para los seguidores de la sci-fi de los cincuenta o sesenta, y del cine de terror italiano, aunque hay que tener en cuenta que tiene 50 años. Pero sin duda alguna, e incluyendo sus momentos menores, es una cinta de Culto.