“Película de venganza setentera a la que le falta la fuerza y la mala leche habitual de esa década”
Segunda, única de género, y última película dirigida por Thomas S. Alderman donde además escribiría el guión, cuenta con un elenco mezclado de habituales de series de televisión o películas de la época con totales desconocidos. Destacaremos a Deborah Walley, vista en The ghost in the invisible bikini o The buble, a Paul Carr, Sisters of death o Blood, el último vampiro, o el mítico John Crawford, The devil´s messenger, Los 300 espartanos, The boogens y diversas series del género.
Un grupo de amigos se quedan atrapados en una cueva, al cabo de un tiempo Jeff propone automutilarse para poder alimentarse, así, por azar, le tocará a Ted Rogers mutilarse, aunque será mutilado por sus amigos. Justo después de haberle cercenado el brazo derecho les rescatarán. Pasados cinco años Jeff recibe un brazo derecho y comienzan a aparecer asesinados y mutilados todos los que en la cueva estuvieron, entonces Jeff y el Detective Mark Richards, que también estaba en la cueva, se pondrán en contacto de Teddy Rogers, la hija de Ted, para buscar a su padre ya que le creen el culpable.
Especie de slasher en los principios de los setenta con un guión poco cuidado y diversos fallos en la dirección y, sobretodo, en la creación de atmósfera ya que es casi inexistente, lo cual hace algo pesado el visionado de esta cinta. Al menos tenemos algunos ataques potentes, hasta con sus momentos gore, que sorprende gratamente, pero que no son suficientes para despertarnos del tedio que produce, debido, y me repito, a una dirección demasiado pobre que hasta da la sensación de no estar involucrada en el rodaje, notándose sobremanera en la primera parte donde la información que dan al espectador y el como la dan deja claro que estamos ante un trabajo menor, al inundarnos y dejarnos con dudas sobre al trama.
Además las actuaciones son bastante malas, ni que decir tiene que la dirección de actores debe ser inexistente. Aparte, la mayoría de personajes aun estando perfilados están muy mal representados en la cinta, no por culpa de los propios actores sino de la dirección y el guión.
Vemos a David G. Cannon ser el protagonista, digamos, principal y se nota en exceso que es el que menos experiencia tiene y hace una interpretación bastante pobre. Interpretativamente solo podría destacar a Deborah Walley que, al menos, defiende su papel, que es de los peor trabajados y uno a los que mas partido se le podía sacar.
Curiosamente vemos algunos ataques bastante brutos, igualmente mal rodados, pero que sorprenden gratamente ya que dejan ver unos charcos de líquido rojo. Pero llegando al final en vez de crecer la tensión se mantiene la que hay en el momento, y eso que el final es potente aunque rodado de forma acelerada y sin fuerza.
La aparición del hermano no tiene tensión ni nada, con un montaje plano y ni una sola transición. Una pena, ya que la cinta, siendo del año que es, 1973, podría haberse convertido en culto, pero desde luego no lo es.
Película de venganza setentera a la que le falta la fuerza y la mala leche habitual de esa década, con elementos del futuro slasher y una dirección que es la responsable de lo flojo de la cinta, además de contar con un guión que da bastantes tumbos y no está muy elaborado. Aún así se puede ver aunque tiene momentos algo tediosos. Para una mediodía sin nada mejor que hacer.
Óscar Arias
La Mansion del Terror - 5.3
5.3
Género; Pre Slasher