“Mezcla películas vampíricas de culto con mucho gore. Pues Begos dio en el clavo”
Es más que interesante la evolución del director independiente Joe Begos, quien debutó en el 2013 con la interesante “Casi humanos”, a la cual le siguió la competente, y poco mas, “Poder mental”. Pero en este 2019 ha llegado con dos largos debajo del brazo. “VFW” y “Bliss”, y de esta última hablaremos hoy.
Y lo primero que he de decir es que estamos ante una de las mejores cintas indis del panorama actual dentro del cine de género. Y si entramos en los parámetros del cine de vampiros todavía abarcaríamos más años. Porque lo que aquí el señorito ha creado es un batiburrillo de ideas de grandes clásicos, con otros títulos más modernos pero todo enjugado de forma magistral. Y, además, con unas cantidades de gore que parecen destinadas al disfrute del fan mas desprejuiciado.
Y es que si bien la historia está algo manida, el cómo nos la cuenta Begos, y la cantidad de secuencias y tonos que usa de clásicos nos deja entusiasmados con lo visto. Y esto hay que saber hacerlo, que de copia burda a homenaje potente hay un mundo. Y esta “Bliss” es, desde luego lo segundo.
Y es que si mezclamos “El ansia” (Tony Scott- 1983), “Angustia del miedo” (Gerald Kargl- 1983), o “Addicted to murder” (Kevin J. Lindenmuth- 1995), posiblemente la mejor cinta vampírica underground de todos los tiempos, y las mezclamos con otras más modernas. Tipo “Contracted” (Eric England- 2013), “Thanatomorphose” (Éric Falardeau- 2012) y hasta “Climax” (Gaspar Noé- 2018), lo que tenemos es esta “Bliss” ¿Sorprendido? Mas lo estuve yo durante el visionado de la cinta, donde todo evocaba a estas cintas, pero rodado de forma magnífica.
Porque el trabajo de Mike Testin en la fotografía es muy bueno. La decisión de rodar en 16mm es todo un acierto, y la paleta de colores usados es totalmente acertada con la trama. Y que si, que la historia es más de lo mismo, pero la incursión del vampirismo está bastante bien llevada, ¿No creéis? Es como meter en una coctelera las películas citadas anteriormente y ver lo que sale, y eso es esta “Bliss”.
Aunque lo que más me gustó son las secuencias cuasi calcadas de diferentes títulos. Véase la del coche viéndose de fondo esa ciudad sucia y caótica, o las de paranoia, que son “copias” de la magnífica “Angst, la angustia del miedo”. Pero es que Begos va más allá, e introduce sexo y drogas a mansalva. Todo en un tono depravado donde nos va mostrando el declive de la artista y su obra.
Y aquí tengo que pararme en la actriz protagonista. Dora Madison, la cual interpreta a Dezzy. Artista que sufre un bloqueo y acaba tomando una droga llamada “Bliss” que se le junta con su incursión en el mundo vampírico. Todo decadente, colorido, y alucinógeno a más no poder. Y si siempre es arriesgado dejar tanto peso dramático a un solo actor hay que reconocer que Dora lo borda. Así sin más, clava el papel en todos y cada uno de los sentidos. Y me atrevería a decir que es la mejor actriz con la que Begos ha trabajado, y a ella le debe muchas de las buenas críticas que está cosechando con este título.
Porque su incursión en la locura, mezclada con la droga, al aparecer muy fuerte, el sexo y sus amigos vampiros, los cuales, sin ella saberlo la están llevando al lado oscuro, hacen de su paranoia algo terrible y sangrienta. Muy sangrienta. Vamos, como un “Climax” pero en gore y vampírico. En una ciudad que bien podría ser el infierno de Dante en la tierra, y con un tono cercano a la citada “Angustia”, pero sin el toque de videoclip. Otro acierto de Begos, y son unos cuantos, por cierto.
Aunque si hay un elemento menor. Y ese es la pareja de vampiros amigos de Dezzy. Si, decadentes, sexuales, y todo lo que queráis. Pero no encajan correctamente en la trama, no se si es por las drogas o por las escenas de vampirismo. Me resultó cercano al cine underground de vampiros de los 80-90, pero en flojo. Sobretodo comparado con el resto de la cinta.
Y si, no podemos olvidarnos de las similitudes a “The Addiction” de Abel Ferrara (1995), título con el que guarda innumerables similitudes. Y esta quería nombrarla aparte para enfatizarlo. Aunque es mejor que lo veáis por vosotros mismos. No os defraudará.
Y ya el tramo final, y el descenso final al infierno, nos muestran una orgía gore, con diversos giros de guión, algo previsibles, y, por fin, la creación del lienzo. Y qué demonios, está muy chulo el cuadro de marras. Mejor verlo por vosotros mismos. Aunque me quedo con toda la vorágine gore del final.
Y es que Begos ya prometía en los videos y noticias promocionales de este título que iba a usar decenas de litros de sangre, y vaya si cumplió su palabra.
Por lo que estamos ante un título a reivindicar, de un director que está posicionándose por méritos propios dentro de los directores a seguir cada dos años, que lo que tarda en rodar un nuevo largo. Por lo menos hasta la fecha. Yo solo puedo instar a ver esta cinta. Vampirismo, sexo, drogas, sangre, mucha, y decenas de homenajes y reminiscencias a cintas de culto que quedan a las mil maravillas.
La Mansion del Terror - 8
8
Género; Vampiros - Gore - Locura
Un Comentario
Pingback: Crítica- VFW (2019) - La Mansión del Terror