Crítica- Black magic (1975)

“Clásico asiático que dio salida al terror budista hongkonés, y de la mano de la gran Shaw Brothers”

Para muchos aficionados mentar la productora hongkonesa Shaw Brothers es hablar de artes marciales y swordsplay, lo cual es del todo cierto. Aunque no debemos olvidar su inmensa producción dentro del terror, en el cual ya rodó sus primeros trabajos allá por el 1960 con la poco conocida “Enchanting Shadow”. Mas tarde llegaría su co producción con la Hammer, “La leyenda de los siete vampiros de oro” en 1974 y el despegue total del género dentro de la productora.

Así tenemos esta “Black magic” una de las primeras películas de la productora dentro del género en el año 1975, el cual no abandonaría ya jamás. Así no es de extrañar el elenco que puebla esta cinta, todo rostros más que reconocibles por el aficionado a las artes marciales, Lung Ti, Lieh Lo, Ni Tien, Lily Li o Feng Ku, cada cual con una filmografía más extensa, que están dirigidos por Ho Meng-Hua, que también rodó dentro del género la secuela “Black magic 2”, “Oily maniac”, o “The Mighty Peking Man” en 1977.

En las décadas anteriores ya se había rodado cine de terror en China, pero no era un género que llamase excesivamente la atención del público. Las artes marciales y el swordsplay eran los platos fuertes de sus cinematografías. Así la Shaw Brothers supo que ofrecer, y fue justamente mezcolanza de drama romántico y putrefacción, vamos gore, más o menos, explícito y efectos del todo sorprendentes. Y es que, que se puede esperar de un público habituado a espadachines voladores o luchadores invencibles.

Por lo que en esta “Black magic” nos entronamos justamente estos elementos, todos entremezclados con el budismo, como no podía ser de otra manera. Aunque es cierto que vista a día de hoy pueda parecer algo absurda, y hasta pueril, en algunos momentos, pero creo que es un trabajo muy interesante dentro de la cultura asiática. De hecho la Shaw Brothers nos ha regalado tantísimas horas de terror, tanto gore como cómico, que debemos prestarle algo más de atención.

Así esta cinta versa sobre un brujo, magia negra, que realiza encantamientos, los cuales usan sus clientes para enamorar a otros, principalmente. Así una empresaria rica quiere el corazón de uno de sus ingenieros, el cual la desprecia y está a punto de casarse con la mujer de su vida. Al mismo tiempo un chulo quiere enamorar a la empresaria para hacerse con su dinero, y así es como aparece nuestro brujo en escena, por segunda vez. Anteriormente ya vimos un encargo de una muerte y una batalla entre magia negra y magia blanca. Porque estos elementos son totalmente clásicos dentro del cine de género de la compañía.

Empezar por todo lo alto, mostrando directamente que nos ofrecerá la película, para pasar a su historia real.

Y dentro de la historia decir que está bastante bien hilvanada, quizá a nosotros occidentales pueda parecernos algo tontorrona, pero no debemos desprestigiar la cultura oriental. A mi las historias de terror dentro del cine asiático me encantan, por muy bobaliconas que puedan parecer a veces.

Además al estar salpimentadas con putrefacción y gore, además de efectos realmente alucinantes, nunca me defraudó uno de sus productos.

Y no olvidemos su erotismo. Aquí veremos algún que otro cuerpo desnudo y senos femeninos, en un ritual de magia negra que no tiene desperdicio.

Porque siempre me alucinó el truco empleado de rayar el negativo y así tener efectos de rayos o magia, aparte de colorear el propio negativo. Y si, que esto ya se hacía en occidente hacía años, pero los asiáticos lo hacían con un estilo de Serie B magnífico.

Y por si no fuera poco nunca rehúyen de mostrar elementos desagradables. Aquí podemos ver una anciana que parece casi un espectro dentro del bosque, vudú realmente violento, gusanos, descomposición, y varias sorpresas más. Mejor verlo que contarlo. Aunque, aviso, esta cinta tiene 40 años, que se dice pronto.

Mención aparte al tramo final, con la lucha, mágica, entre los dos brujos. La sempiterna lucha entre bien y mal, la cual nos regala acción, efectos y sorpresitas varias. Y si, viendo otros productos de la Shaw Brothers se echa en falta algo más de acción, pero lo visto, que trata de guardar un ritmo lento y terrorífico, es más que aceptable.

Por lo que estamos ante otro título, que junto a su secuela, son los títulos más famosos de la productora, dentro del terror, de esta década, que es un gran entretenimiento siendo, sobretodo visto a día de hoy, un trabajo algo lentorro o deslavazado. Yo me quedo con “Oily maniac”, del mismo director, pero esta es un must para cualquier aficionado al terror que se precie. Ahí es nada.