“Buen título al que le falta algo más de corazón de explotation “
El director Rick Jacobson y el productor Eric Gruendemann, quienes ya crearan y participaran en series como Xena o Hércules, se embarcan en la creación de un título en la más pura vena setentera y con el estilo recientemente instaurado por Tarantino y su Grindhouse, aunque quizá nos acerquemos más a las explotations setenteras puras y a la mítica Faster, pussycat! kill! kill! (1965).
Además los buenos de Jacobson y Gruendemann se rodean de un elenco conocido por los aficionados. Así tenemos como protagonistas a la guapísima America Olivo, recientemente vista en Neighbor, 2009, o The last resort, del mismo año, a Erin Cummings, que participó en Dark house, 2009, y que actualmente la podemos ver en la serie de Tv Espartaco, donde el propio Jacobson ha dirigido algún capítulo, y a Julia Voth, conocida por ser la imagen real de un personaje de la saga Resident evil. Pero es que dentro del resto del reparto nos encontramos con los cuatro protagonistas de las series anteriormente citadas, Xena, con Lucy Lawless y Renée O’Connor, y de Hércules, con Kevin Sorbo y Michael Hurst, quien tiene el papel más amplio, por lo que, como podemos observar, todo queda en familia. Y es que hasta Jacobson y Gruendemann realizan su pertinente cameo, que menos, ¿no?
Por distintos motivos Trixie, Hel y Camero viajan a una zona desértica con Gage para que les diga donde están enterrados unos diamantes por valor de 200.000 dólares. Pero una vez allí todo lo planeado por el trío de femme fatales irá tornando a peor, así estas se enfrentarán a su pasado y a diversos problemas, tanto con otros mafiosos como con la ley. Aunque no todo el mundo dice la verdad y actúa en consecuencia con su fuerza real.
Era de esperar que películas de este estilo viesen la luz, me refiero a cintas Grindhouse, muy exploit, con un estilo setentero pero con un diseño de producción marcadamente Tarantiniano, aunque Robert Rodríguez debería tener más peso en este tipo de aseveraciones. Usando el ordenador para el bien del formato y el estilo visual y usando pocas localizaciones, de hecho tenemos una principal y el resto están retocadas por ordenador, lo cual le da ese look de comic que unido al principal toque exploit nos deja un título francamente sugerente.
Pero si bien estamos ante un título que apetece ver una vez visto nos asaltan las dudas de que tal es el mismo, porque el guión es bastante calamitoso y las licencias de la dirección solo con el objetivo de mostrar lo más sexy posible a las actrices principales le quita bastante seriedad al asunto. En rasgos generales, no llega a la altura de los títulos que homenajea. Lo cual no quiere decir que estemos ante un mal trabajo, todo lo contrario. Porque las calidades técnicas son muy acertadas, la fotografía me sorprendió por lo cambiante de la misma, aunque el estilo videoclipero creo que no ayuda en demasía. De la banda sonora podríamos decir algo muy similar, en líneas generales es muy acertada pero a veces cae en el mal gusto, y así con el resto de elementos, vestuario, montaje, atrezzo, etc.
Por suerte todo el elenco cumple y demuestra sus buenas calidades interpretativas. El trió femenino protagonista brilla a gran altura, quizá el perfil de Camero esté excesivamente forzado, aunque la buena de America Olivo salva el papel y le da una fuerza brutal, tanta fuerza que podrían sacarse de la manga un spin off de su personaje. Aunque el perfil de los personajes no es el fuerte de este título, así contemplaremos diversas licencias de gran parte de personajes. Porque la resolución de todo el asunto uno se la imagina a la media hora, o antes, del metraje.
Eso sí, alguno de los cameos son sobresalientes, especialmente el que realizan Lucy Lawless y Renée O’Connor, que hacen de monjas y cuyas frases de guión hay que escuchar y disfrutar, uno de los mejores momentos de todo el metraje sin duda alguna. Pero es que el elenco de secundarios brilla a gran nivel y todas las caracterizaciones son muy buenas, tanto del trió protagonista como del resto del reparto. Me sorprendió mucho lo mal que lo pasa el personaje de Michael Hurst, al cual golpean de cualquier forma.
Aunque el estilo videoclipero me acabó por cansar, además las distintas escenas lésbicas o eróticas gratuitas no acaban de estar acompasadas con el resto del metraje, ya que aún siendo el gran reclamo de esta cinta deberían haberlas mezclado de forma más contundente y no tan videoclipera. Porque el numerito con los cubos de agua tiene telita. Russ Meyer, del cual se toman infinidad de elementos para esta cinta, no recurría a este tipo de secuencias y provocaba mucho mas.
Curiosamente la sangre no es omitida y veremos al líquido rojo hacer acto de presencia en no pocas ocasiones, como manda la tradición Grindhouse. Además de diversas peleas cuerpo a cuerpo, o con katanas o a disparos a bocajarro. En este aspecto el final llega a las cotas más altas, así nos ofrecerán no pocas sorpresas, no pocas peleas y no poca acción en un título al que le sobra algo de estilo videoclipero y cuyo final debió estar menos claro, porque, en verdad, no creo que sorprendiese a nadie.
Buen título al que le falta algo más de corazón de explotation. Realizar una explotation potente no es tan fácil, no solo vale con mostrar mujeres atractivas con ropas ajustadas y hacerlas tomar posiciones a cual más morbosa, hay que dar algo mas. Como pasó con el cameo de las monjas, si ese estilo se hubiese mantenido este título sería mucho mejor, aunque el solo título de esta cinta ya atraerá a muchos seguidores.
Comentar también que este título ha ganado algún que otro premio, algo que, seguramente, provocará que en los años venideros nos asalten mas productos de este estilo. Solo pido que dejen algo de lado el estilo videoclipero y vean mas al genio Russ Meyer, porque en realidad estamos ante una especie de remake de Faster, pussycat! kill! kill! (1965) pero bastante menor.
La Mansion del Terror - 6
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Género; Serie B - Grindhouse - Erótico