“Otro gore de Fulci con un flojo guión pero escenas del todo impactantes”
A finales de los 70 y principios de los 80 Lucio Fulci nos legò su cine mas brutal, sàdico y despiadado, en lìneas generales. Atràs dejò sus giallos, Angustia del silencio o Una lagartija con piel de mujer, para deleitarnos con N.Y. bajo el terror de los zombies, El mas alla, Miedo en la ciudad de los muertos vivientes, El destripador de N.Y y esta que nos ocupa, que formarìan el catàlogo gore de Fulci, y menudo catàlogo.
Usando a actores de su confianza en esos años, asì vemos a Catriona MacColl, que colaborò con Fulci en tres largometrajes aparte de aparecer en El internado y Afraid of the dark, o a Paolo Malco, otro habitual de Fulci visto a parte en El asesino del cementerio Etrusco o El ogro. Aparte destacar a Ania Pieroni, Tenebre o Inferno, Giovanni Frezza, Manhattan baby, tambièn de Fulci, Dagmar Lassander, Un hacha para la luna de miel o La iguana de la lengua de fuego, y otros actores que aparecen, tambièn habituales de Fulci y de Argento, son Carlo De Mejo, Giovanni De Nava, Daniela Doria, Gianpaolo Saccarola, aparte Lucio Fulci realiza, nuevamente, un cameo, esta vez como el profesor Muller.
Norman Boyle se muda con su mujer, Susan, y su hijo Bobby, a una casa para investigar la muerte del Dr. Peterson, allì descubrirà extraños sucesos relacionados con el Dr. Freudstein, y poco a poco el terror, las muertes, las apariciones y los ruidos haràn que Susan se desespere y quiera mudarse de inmediato, pero las presencias malignas de la casa lo impediràn y finalmente Norman y Susan tendràn que hacer frente al mal de la casa, mientras tanto Bobby dice jugar con una amiga imaginaria, la que le recomienda que no vaya a la casa.
Estamos ante otro brutal gore del maestro Fulci que en cosa de cuatro años nos dejò su filmografìa mas brutal y sin concesiones, lo malo es que solia dejar demasiado de lado el guiòn, algo que se nota sobremanera en este tìtulo. La historia està muy vista, en esa època estaban de moda El resplandor, Amityville, etc a lo que el bueno de Fulci le sumo gore bruto y un zombie, de hecho Fulci es uno de los reyes del cine de zombies, guste a quien guste.
Nuevamente las calidades tècnicas son pasables, la fotografìa y la banda sonora pudieron dar mas de si aunque su trabajo no repercute para mal, ni mucho menos, simplemente pudieron ser superiores. Lo que Fulci busca, y logra, es sorprendernos, especialmente con el gore.
Y nos encontramos con un gore brutal, a cargo de Giannetto De Rossi que realiza unos efectos simples pero realmente efectivos, ya solo en los primeros minutos Fulci nos dice claramente que nos vamos a encontrar. Lo que tenemos es un cuchillo clavado en la cabeza de una muchacha visto en un pimer plano genial, ademàs de otras lindeces.
Lo bueno de Fulci es que sabe que quiere, y lo que quiere es llamar la atenciòn y dejar al espectador sorprendido, pero no lo hace con un guiòn sino con momentos terrorìficos y, sobretodo, gore. Asì durante todo el metraje iràn apareciendo de forma paulatina diversas muertes y momentos tensos o terrorìficos, que son los ùnicos que consiguen salvar esta pelìcula. Ya que si nos centràsemos en el guiòn, y la pelìcula, deberìamos suspenderla sin mas, las incongruencias y sin sentidos son tales que es casi imposible seguir el argumento o tratar de entenderlo.
¿Pero porque permitimos a Fulci estas licencias? Muy sencillo, porque nos ofrece mas cosas, nos ofrece un catàlogo de muertes brutales, se atreve a enseñarnos un ataque de un mucièlago, que es algo cutre, y para colmo un zombie lleno de gusanos que harà las delicias de cualquier aficionado al gore. Y asì le permitimos, y perdonamos, todas y cada una de las licencias argumentales, que desembocan en actuaciones justitas, no por culpa de los actores, que tambièn, sino por sus perfiles y su poco margen de acciòn.
Al menos toda la parte final es tensa, la pelìcula no llega a los 90 minutos, y en el recurrente sòtano, repleto de cadàveres destrozados vistos en primer plano con el niño de fondo, impagable, se resolverà toda la “trama”. Y claro, al no tener un guiòn interesante las dudas nos asaltan, así que lo mejor es disfrutar del espectàculo y ver ese zombie, bastante bien caracterizado, y un final que sorprende, curiosamente, y hasta nos deja mensaje en relaciòn a los niños. Cada cual que los desvele como mejor crea.
Otro gore del maestro Fulci, algo menor que otras de sus propuestas de esos años aunque resulte del todo disfrutable igualmente. Aquì deja excesivamente de lado el guiòn y se centra en tratar de asustar y mostrar imàgenes repulsivas, esto ùltimo lo consigue. De todas formas recordemos que la cinta fuè rodada en 1981 y tubo que ser realmente sorprendente, mas aùn en los albores de esa dècada tan especial dentro del gènero.
De todas formas,personalmente, siempre me quedarè con los primeros giallos de Fulci, aunque estos gores me encantan. Y es que Fulci es mucho Fulci.
La Mansion del Terror - 6.5
6.5
Género; Zombies - Casa Maldita - Gore