Crítica- Algunas veces ellos vuelven (1991)

Stephen King es el escritor en vida mas veces llevado a la gran pantalla dentro del cine de género, comparándose, con todo merecimiento, con todo un Edgar Allan Poe, en esta ocasión nos adentramos en la adaptación de su cuento Sometimes they came back, publicado en 1974 en la revista Cavalier.

El productor italiano Dino DeLaurentis compró los derechos de varios cuentos y novelas de King en los ochenta para realizar sus adaptaciones cinematográficas, así esta historia iba a formar parte de Los ojos del gato, 1985, pero al ver las posibilidades del relato se pospuso su rodaje para realizar un largo, largo que vio la luz en 1991 debido a problemas financieros de DeLaurentis a finales de los ochenta y como un telefilme mas, aunque en el mercado internacional la hicieran pasar por “directa a video”.

Para realizar la adaptación se contó con Lawrence Konner y Mark Rosenthal, ambos responsables del guión de Superman 4, y en la dirección optaron por Tom McLoughlin, responsable de títulos como One dark night, 1983, Viernes 13 6, 1986, o La VI profecía, 1989.

Para encabezar el elenco se contrató a Tim Matheson, visto en Impulse, 1984, o Enterrado vivo 2, 1997, que además dirigió, que está acompañada por la veterana Brooke Adams, que trabajó en Ondas de choque, 1977, o La invasión de los ultracuerpos, 1978, y que pidió que se rescribiera su personaje para que tuviese mas peso en la cinta, cosas de las “estrellas”, o los jóvenes Robert Rusler, que participó en Amityville; Nueva generación, 1993, o La pesadilla en Elm Street 2, 1885, Chris Demetral, [Dolly dearest, 1991], Robert Hy Gorman, [Leprechaun, 1993], Bentley Mitchum, [Sharck attack, 1999], o William Sanderson, eterno secundario al que hemos visto por Black moon rising, 1986, o Mas allá del mundo de los sueños, 2006.

Jim Norman es un profesor que debido a unos problemas de conducta regresa a su pueblo natal junto a su mujer e hijo, pero una vez allí comienza a sufrir pesadillas sobre un suceso acaecido años atrás, la muerte de su hermano Watson a manos de un grupo de macarras. Pronto sus alumnos comenzarán a morir para tomar asiento la reencarnación de estos muchachos, o ellos mismos, así Jim tendrá que enfrentarse a su mas terrible pesadilla para salvar a su familia.

Todas las adaptaciones de King siempre crean algo de revuelo, ya sea por su proximidad a la novela, o cuento en este caso, o a su alejamiento, en este caso, y sin haberme leído el cuento, he de decir que hay diversos cambios arguméntales, según pude comprobar, como pueden ser la aparición del hijo de Jim, Scott, mas presencia en las tramas de Sally Norman, a petición expresa de Brooke Adams, como ya apunté, y un final mas políticamente correcto, algo que es ya habitual dentro e las innumerables adaptaciones del universo King.

Pero si bien no estamos ante el mejor relato de King ni la mejor adaptación cinematográfica si debemos decir que estamos ante un producto entretenido gracias a una dirección de Tom McLoughlin totalmente correcta, mostrando un control del género bastante sorprendente teniendo en cuenta que estamos ante un bajo presupuesto que se rodó en unas cinco semanas, con unas localizaciones escasas, al igual que el elenco, pero sabe envolverse en un buen trabajo de fotografía y montaje que ayudan a crear un producto del todo correcto.

Aunque algunos perfiles resulten algo pobres y a otros les falte algo, quizá el personaje de Tim Matheson da algún que otro salto o toma decisiones del todo increíbles, aunque el propio Matheson realice un gran trabajo, o los tres jóvenes, muy bien caracterizados, perfilados e interpretados pero que contienen diversas licencias para con el espectador, porque, ¿Solo los ve Jim?, y entonces en el colegio.. Aquí tenemos la gran licencia de este film, que es atroz, aunque como McLoughlin pasa de puntillas sobre este momento de la trama, casi pasa inadvertido, aunque es un fallo atroz.

También es cierto que el ritmo decae un poco a la mitad de la cinta, donde surge esa gran licencia, y comienzan a sucederse extraños sucesos, siempre algo libres, ya que todo lo referente con la policía parece estar colocado como para rellenar, al igual que los paseos nocturnos de Jim, donde hasta ve a víctimas, vamos un pequeño batiburrillo de ideas que McLoughlin salva en el tramo final donde controla totalmente la situación, apoderándose del tempo cinematográfico de forma genial, donde, además, nos mostrará a los macarras como son en realidad, quemados vivos, aunque estas escenas se verían a partir de la revisión de 1993, donde el técnico George Bartalos realizó los efectos, de hecho toda esta parte, con la iglesia de por medio, y toda la resolución dejan al espectador bastante satisfecho de lo visto, aunque he de decir que siempre me repateó el final, tanta ñoñería y cursilismo me parecen bastante fuera de lugar, pero es lo que hay…

Otra adaptación de un relato corto de King que gracias a su comedido éxito consiguió tener dos secuelas mas, La resurrección del mal, 1996, e Infierno blanco, 1999. No llega al nivel de adaptaciones como Misery, 1990, pero si es un digno trabajo de género que al menos entretiene y mantiene en cierta tensión, además es de la floja década de los noventa, que mas podemos pedir..