“Boxeo y robots en una infantiloide sin mucha gracia”
Como es lógico en estas fechas cercanas a la navidad, desde Hollywood nos llega una clásica película de padre e hijo. Pero en esta ocasión se entremezclan robots boxeadores, casi nada. Así se nos presenta el nuevo proyecto de Hugh Jackman bajo la dirección de Shawn Levy, el responsable de la saga Noche en el museo. A estos les acompañan Evangeline Lilly, Anthony Mackie, Kevin Durand,o James Rebhorn, vamos un elenco habitual de los estudios de Hollywood, no obstante la producción ha costado en torno a 110 millones de dólares, en esta co producción entre DreamWorks y Touchstone.
¿Pero que nos ofrece la película? Pues más de lo mismo, y es que el gran lastre de este título es su nula originalidad. Así aunque tenga momentos intensos, que harán las delicias de los aficionados a Jackman, la cinta en general no aporta nada al panorama. De hecho es mas bien un drama de padre e hijo, el padre es un viva la vida y el hijo es más cabal, donde acabarán queriéndose y uniéndose para librar la gran pelea entre robots. Vamos como si metemos en una batidora Rocky, Transformers y, XXX.
Y como es de esperar la película luce muy bien. Aunque la banda sonora es muy superior al resto de rubros técnicos, no obstante es todo un Danny Elfman el responsable, todo luce a las mil maravillas. La fotografía es muy limpia, quizá demasiado ya que hay algunas partes que son más sucias, como el zoo, que no encajan con tanta luz.
El montaje, por otra parte, es del todo clásico en este tipo de historias provenientes de la meca del cine. Parece que no hay hueco para la improvisación o la originalidad, así todas las transiciones son muy predecibles. Por lo que tenemos diversas escenas muy interesantes, el primer combate de Atom o el entrenamiento de Jackman y el robot, y otras insustanciales, por su montaje. Lo cual nos deja con una sensación de falta de creación de personajes.
Y aquí si hay que tirar de las orejas a Shawn Levy. Una cosa es hacer un producto para vender, cosa que seguro hará, y otra muy distinta es tratar al espectador como si fuese tonto. Ya estamos cansados de ver los mismos perfiles realizados de la misma forma. Y es que a Jackman le vemos ser un perdedor que se une a su hijo y con el que no tiene anda en común, para pasar a una sucesión de escenas que, supuestamente, nos ayudan a ver el progreso de la relación entre padre e hijo.
Pero esta está mal tratada, de hecho es muy sosa, y aunque haya momentos donde se esboce una sonrisa cómplice, uno se da cuenta de lo flojo del producto. Aunque siendo una cinta de Hollywood era de esperar esto, y, encima, venderá. De hecho está teniendo buenas cifras de recaudación. Eso que Jackman realiza una interpretación bastante sosa. Parece perdido durante todo el metraje, aunque casi a todo el elenco le pasa lo mismo. Así solo algún secundario destaca. El joven Dakota Goyo me pareció sobreactuado, aunque su perfil tampoco es que le ayudase en lo más mínimo.
Por lo que me quedo, como esperaba, con los robots boxeadores. ¿Y que tenemos? Pues nada original y nada excesivamente remarcable. Es como si hiciésemos una mezcla entre Arena, el ring de las galaxias, Rocky, con robots, y Transformers. Esto, los aficionados al género, ya lo hemos visto. Y eso de usar el fenómeno Transformes no me parece una muy buena idea. Aunque la mayoría de combates y apariciones de los robots son muy entretenidas, las cosas como son. Aunque el tema del bailecito deja mucho que desear y le falta algo más de fuerza. Su montaje con transiciones lentas no me acabó de atrapar. Pero siempre se hecha en falta algo mas, tanto de drama como de dinamismo y fuerza.
Así todo el tramo final, como podéis imaginar el gran combate, es más de lo mismo. Cierto es que tiene partes puntuales donde el espectador empatiza mucho con la trama y otras donde espera ansioso el final. Porque todo lo que ocurre es del todo previsible. De hecho, ¿Alguien esperaría lo contrario? Creo que no. Pero, hay un gran pero, la cina dura 150 minutos, y se hacen algo pesados… y esto sí es un problema.
La última película pseudo infantil de Hollywood no deja de ser otro producto comercial mas que aporta bien poco al universo cinematográfico. Y aunque ha tenido buenas críticas un servidor no las comprende. Solo por tener una estrella de renombre y un gran presupuesto no podemos esperar que la cinta sea buena. Y esta no lo es. Es entretenida, a los pequeños puede hacerles mucha gracia, aunque me quedo con el cine infantil que viví en los 80 y principios de los 90, pero a muchos adultos y adolescentes creo que se les hará muy pesada. Aunque, me repito, tiene momentos muy simpáticos.
La Mansion del Terror - 5.6
5.6
Género; Robots- Boxeo- Ciencia Ficción